La inmigración crece sin pausa en Palas

► Aunque solo tiene 83 foráneos censados, es el municipio gallego con un mayor aumento porcentual de extranjeros en 15 años, un 1.280% ► La demanda de empleo agropecuario, el dinamismo empresarial y el Camino suavizan la bajada del censo de este ayuntamiento del interior
Palas de Rei
photo_camera Parte del casco urbano de Palas de Rei. AEP

Palas de Rei es el municipio gallego que registró el mayor incremento porcentual de población extranjera en los últimos quince años, un 1.280%. Si en 2006 había seis foráneos censados, el año pasado se cerró con 83, según los datos del Instituto Nacional de Estadística. Aunque este ayuntamiento ulloano no es un referente migratorio en la provincia, como sucede con Burela, que suma 42 nacionalidades diferentes y cuenta con más de un millar de extranjeros entre sus casi 10.000 habitantes, sí mantiene un alza continuada en la llegada de gente procedente de fuera de España.

Se trata de un fenómeno atípico para un pequeño municipio rural que gracias a este goteo constante de inmigrantes logra suavizar la caída demográfica. Esta fue notable en la década de 1998 a 2008, cuando el municipio pasó de 4.386 a 3.682 vecinos. Desde entonces, el ritmo de la bajada del censo se redujo sustancialmente. En enero de 2020 la población de Palas se situaba en 3.326 personas, lo que evidencia que logró frenar en parte el declive demográfico, esa gran amenaza para muchos ayuntamientos de la Galicia interior, donde el envejecimiento y la falta de relevo generacional sitúa a un buen número de municipios al borde del abismo.

Aunque los vecinos nacidos en Palas de Rei son mayoría –2.365, un 71,11% de la población–, su número va en regresión, al contrario de lo que ocurre con los extranjeros y las personas llegadas de otros lugares de España.

El alcalde, Pablo Taboada, subraya que "esta sucesión constante de novas altas de estranxeiros no padrón axuda a manter o censo poboacional".

El regidor agrega que el aumento de inmigrantes "non se xerou polo achegamento de xente ao rural a causa da pandemia, senón que se está a producir desde hai anos".

Pablo Taboada atribuye el poder de llamada de Palas de Rei a la creación de empresas en el polígono industrial, donde destaca la presencia de la firma Jims Sports, con proyección internacional, así como a la notable demanda de mano de obra del sector agroganadero, que genera trabajo estable y en buenas condiciones.

Al sector primario se dedican parte de los inmigrantes portugueses 19 y rumanos 18, que son mayoría en el desglose del censo por nacionalidades.

CAMINO FRANCÉS. El Camino de Santiago constituye otro de los principales activos del municipio. No solo atrae visitantes y ejerce de dinamizador económico, al animar a montar negocios, sino que ayuda a la integración.

Pablo Tabaoda destaca que el hecho residir en un pueblo ubicado en el Camino Francés "fai que os palenses sexan xente moi hospitalaria. A afluencia de peregrinos supón unha aprendizaxe de convivencia con diferentes culturas que se traduce nunha actitude máis receptiva cara aos que chegan para vivir connosco".

El italiano Marcelo Ramos Einfoff, uno de esos inmigrantes que decidió asentarse en el municipio al amparo de la actividad económica generada por la ruta jacobea, coincide con la opinión del mandatario municipal. "Mi adaptación a la localidad fue fácil. Tengo unos vecinos muy buenos. Son personas mayores con las que me siento muy a gusto. Si tienes un comportamiento adecuado, la gente te responde del mismo modo, lo que facilita la relación", explica.

Marcelo Ramos Einfoff

Marcelo Ramos Einfoff: "Me asenté aquí atraído por la historia y la magia de la ruta jacobea"

El Camino de Santiago fue la razón que trajo a Palas a Marcelo Ramos Einfoff. "Hice la ruta jacobea y me sentí atraído por su historia y por su magia. Cuando llegué a Galicia, me gustó la comunidad y empecé a pensar en abrir un negocio vinculado al Camino". Después de regresar a su residencia en la región de Lombardía, cerca de la frontera con Austria, comenzó a darle vueltas al proyecto que quería desarrollar. Así nació la Casiña di Marcelo, un albergue que funciona desde 2015 en las afueras del pueblo. 

Este licenciado en Periodismo, que en su país trabajaba como fotógrafo y técnico de iluminación cinematográfica, se adaptó "muy bien" al lugar. Aunque su negocio no atraviese por el mejor momento, Marcelo Ramos se muestra encantado con el cambio, "por la tranquilidad de este pueblo rural. Estaba cansado del estrés y la locura de la ciudad". 

A esta sensación de bienestar se une el encanto del Camino. "Me gusta tratar con los peregrinos. Tienen mucha empatía y siempre conoces gente nueva, de distintos países, con muchas historias que contar". 

La pandemia le obligó a cerrar durante un tiempo el albergue, pero Ramos confía en que, una vez reabierto, el número de peregrinos aumente de cara al verano y "comience de verdad el Ano Xacobeo".       

Yélida Martínez Almanzar. XESÚS PONTE

Yélida Martínez Almanzar: "Venía de otra cultura y otra forma de vida, pero me acogieron muy bien"

La psicóloga Yélida Martínez Almanzar es un ejemplo de integración. Esta mujer, de origen dominicano, llegó a Palas de Rei muy joven para reunirse con su madre, "que enviudó y ya estaba asentada en la localidad". El caso de Yélida es un ejemplo perfecto de adaptación. Pasado el tiempo se casó con un gallego y trabaja en el Centro de Información a la Mujer. 

"Aunque mi madre vivía aquí, y también tengo una prima casada con un gallego, los cambios nunca son fáciles para nadie. Llegué a Palas con 20 años y venía de otra cultura, otro clima y otra forma de ver la vida, pero tuve la suerte de que la acogida fue excelente. Aquí me encontré con gente con un carácter muy afable y que me ayudó a adaptarme", comenta. 

A Yélida Martínez no le sorprende que cada vez haya más gente de distintos países en Palas. Puede resultar curioso, al tratarse de un pueblo pequeño, pero es un sitio que te anima a quedarte, con oportunidades laborales. Vienes sin conocer a nadie, pero te tienden la mano para ayudarte a iniciar esa nueva vida en un lugar muy distinto al de procedencia", comenta.

Ella regresó a Palas de Rei tras un paréntesis para finalizar los estudios universitarios y desarrolla en el municipio su carrera profesional. En su opinión, el ayuntamiento ulloano tiene unas condiciones de vida y de sociabilidad "idóneas" para que la gente recién llegada "se sienta muy a gusto".

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