El ambiente preelectoral animó el debate del pleno ordinario de la Diputación, que se celebró en la mañana de este martes, hasta el punto de que tanto los grupos que conforman el gobierno bipartito -PSOE y BNG- como el del PP, en la oposición, presentaron mociones prácticamente idénticas para debatir dos de los temas que más preocupan en la provincia, como son los daños causados por el jabalí y el futuro de Alcoa.
Pero a pesar de las coincidencias en el fondo, las diferencias políticas se hicieron evidentes cuando en esta duplicidad de mociones solo la del BNG con relación a Alcoa logró la unanimidad de la corporación.
Elena Candia fue la encargada de iniciar las hostilidades, cuando antes de entrar al salón de plenos ya acusaba al bipartito de "plaxiar" sus iniciativas, algo que tanto PSOE como BNG rechazaron de lleno.
Los portavoces nacionalistas y socialistas, Efrén Castro y Pilar García Porto, respectivamente, acusaron a la Xunta de "poñerse de lado" en la problemática que sufre la factoría de San Cibrao por la reducción de su producción a causa del alto coste de la energía. En este sentido, Castro puso a Galicia como el único ejemplo "no que un país productor é penalizado", por lo que abogó por la "tarifa eléctrica galega".
El popular Javier Jorge Castiñeira defendió, por su parte, la implicación de la Xunta y responsabilizó de la situación al Gobierno de Pedro Sánchez por "non ter sido capaz de aprobar o estatuto do consumidor electrointensivo".
A las acusaciones respondió la diputada Pilar García Porto, quien no solo remarcó "a implicación" tanto del Ejecutivo como de la Diputación con Alcoa, sino que acusó al presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, de ir a San Cibrao "a só facerse fotografías" y al PP de no haber hecho nada cuando tenía responsabilidades de gobierno "e Alcoa xa tiña problemas".
Los socialistas presentaron enmiendas tanto a la moción del PP como a la del BNG que, sin embargo, no fueron aceptadas. Aún así, la corporación provincial fue unánime a la hora de aprobar la propuesta de los nacionalistas, quienes también apoyaron la de los populares. El PSOE, sin embargo, se quedó solo en esta última al votar en contra.
JABALÍ. En el debate sobre el control de la población de jabalíes, el desencuentro político entre las diferentes formaciones también fue evidente. Así, mientras que el popular Agustín Baamonde defendió la necesidad de que el Gobierno central se implicase a la hora de buscar "unha solución de concordia", socialistas y nacionalistas se unieron para instar a la Xunta a elaborar un "plan de control" sobre la población de esta especie.
Pilar García y Efrén Castro reprocharon a la Xunta que solo aporte 600.000 euros en ayudas por los daños causados por esta especie, cuando los destrozos suman 15 millones al año. La moción socialista se aprobó con el apoyo del BNG, mientras que la del PP fue rechazada.
