El fuego dañó este año casas en Lugo, Vilalba, As Pontes, Viveiro y Becerreá

La combustión de chimeneas, una de las causas del goteo de siniestros en viviendas rurales
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photo_camera Daños del fuego que afectó a la Casa de las Maragatinas en Vilalba. ARCHIVO

Los incendios en casas de zonas rurales son un goteo constante en la provincia, pero este año se produjeron importantes siniestros urbanos en Vilalba, As Pontes, Viveiro y Becerreá, que se suman al ocurrido en Monforte

El GES de Becerreá evitó una catástrofe el día 9 al evitar que el fuego detectado en una buhardilla alcanzase un depósito de gasóleo contiguo en un edificio. De mayor magnitud fue el siniestro que destrozó un mes antes dos inmuebles, con un bar, en As Pontes

El pánico se apoderó de los vilalbeses en junio al derrumbarse de madrugada la fachada de la Casa de las Maragatinas, en la Rúa Pravia. El derrumbe tiró el tendido eléctrico, que causó una deflagración al contactar con un escape de gas, lo que provocó un incendio y el desalojo de edificios. El vial estuvo cerrado varias semanas por reparaciones.

Unos desconocidos provocaron un fuego en una discoteca vilalbesa abandonada y hubo otro incidente que afectó a un piso de la Rúa das Pontes.

La chimenea de una barbacoa provocó otro siniestro en edificio de Viveiro en agosto. Las llamas consumieron el panel de protección del inmueble, que fue desalojado. 

El GES de Monterroso acudió este domingo a una alarma por un conato de incendio en la casa de una anciana en la parroquia de Lucencia

De auténtico terror fue el episodio vivido por vecinos en el número 17 la Rúa Noreas, en Lugo, tras arder un garaje a principios de noviembre. Hubo tres hospitalizados por inhalación de humo, un turismo calcinado y otros tres con daños. La policía detuvo a un transeúnte por dos incendios el mismo día en una pensión en Monforte. Las llamas dañaron en noviembre un albergue de Sarria, que estaba cerrado. 

La mala combustión de las chimenea inició el suceso que dejó calcinada este fin de semana una en Santa Mariña, en Antas de Ulla, donde también se quemó otra vivienda en Amarante, en octubre. Un conato de fuego en una chimenea originó otro aviso este domingo en Monterroso. El GES de la localidad acudió a la casa de una anciana en Sestelo, en la parroquia de Lucencia, a las siete de la tarde. El conducto estaba cerrado y el fuego no saltó a las estancias, pero se efectuaron mediciones para comprobar los puntos de calor. 

En Fontefría (Palas de Rei) ardieron dos casas de noche y en Baralla una familia vio destruida su casa en enero. En Salcedo, en A Pobra de Brollón, ardió una vivienda que puso al resto del pueblo en peligro. Hubo daños por incendios en San Vicente de Pías (Lugo), Baleira, Castelo de Somoza ( O Incio), Curellos (O Saviñao) y Sargadelos (Cervo). Entre los siniestros en alpendres destacan los de Taboada, el día 22, y en agosto, el de Fafián (Sarria) y el de Ver (Bóveda)

Los incidentes en cocinas, como el del viernes en O Saviñao generan constantes alarmas. En uno de ellos, en abril, resultó herida una mujer en Castro de Rei

El siniestro que calcinó seis naves en el polígono de O Ceao en abril fue el mayor incendio en la historia de Lugo. También se quemaron una nave ganadera en Cervantes, otra de Prodeme en Monforte, parte de una nave de jamones de Francisco Otero, en Vilalba, y la carpintería metálica Carmetal, en Sarria.

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