La Consellería de Medio Ambiente convocó por primera vez en 2021 una línea de ayudas para motivar a los particulares a ejecutar pequeñas actuaciones con el fin de evitar impactos urbanísticos en el entorno y mejorar el paisaje. Esta iniciativa trata de enmendar el feísmo urbanístico en propiedades particulares en el medio rural gallego para convertirlo en un "mapa do fermosismo". La primera convocatoria permitió ejecutar 126 actuaciones en Lugo, donde se gastaron 344.008 euros. Fue la segunda provincia gallega en número de actuaciones y en importe recibido por detrás de A Coruña, con 158 obras y un gasto de 419.451 euros.
El departamento autonómico consignó 1,2 millones para esta iniciativa línea de ayudas, al aumentar en 200.000 euros la cuantía inicial con el objetivo de cubrir todas las peticiones de particulares que cumplían los requisitos, que ascendieron a 445 en el conjunto de Galicia.
La cifra invertida fue mayor si se tiene en cuenta que el sector del material y de la mano de obra en construcción también se benefició del 30% del dinero que aportaban los propietarios a los proyectos. La Xunta cubría el 70% del importe global hasta un máximo de 3.000 euros.
MUNICIPIOS LÍDERES. Lugo, Vilalba y Palas de Rei fueron los tres ayuntamientos donde se concedieron un mayor número de ayudas, nueve, con un gasto de 23.990, 22.944 y 23.435 euros, respectivamente. Les siguen Cospeito, con cinco obras y unas ayudas de 14.914 euros, y Riotorto, con idéntico número de propuestas y un gasto de 12.262 euros.
Las actuaciones ejecutadas constituyen una pequeña gota de agua en un mar de edificaciones aberrantes, pero la buena acogida de estas ayudas, que tendrán continuidad en 2022, "reflicte o compromiso dos galegos para evitar os impactos paisaxísticos e incrementar o valor patrimonial dos inmobles", indican desde Medio Ambiente.
Lugo, Vilalba y Palas de Rei, con nueve actuaciones en cada uno, fueron los ayuntamientos lucenses que recibieron más ayudas
La sencilla tramitación de los permisos de obra animó a los peticionarios, que solo debían de presentar una pequeña memoria explicativa de la actuación, un reportaje fotográfico, la factura de la actuación realizada y la justificación del pago.
Muchas obras consistieron en el pintado de fachadas y medianeras de ladrillo visto, de acuerdo con una guía de color acorde con el entorno que edita la consellería, el cambio de tejados de fibrocemento por otros de teja tradicional o el arreglo de muros de cierre de piedra.
Medio Ambiente convocó otra línea de ayudas, dirigida a concellos, para mejorar el impacto paisajístico de edificios municipales, así como para intervenciones en fuentes, hórreos, lavaderos públicos y palcos de música. En el caso de Lugo, hubo doce ayuntamientos beneficiados con un gasto de 149.093 euros.