Los diez despropósitos del servicio ferroviario en Lugo

La compra de billetes, la escasez de líneas o los horarios inadecuados son algunos de los problemas a los que se enfrenta la población de la provincia que emplea este transporte
El tren quedó parado en Monforte. EP
photo_camera Un tren parado en Monforte. EP

1.- Comprar un billete, cada día más difícil

Adif cerró las taquillas en Sarria, Burela y Viveiro y otras cuatro localidades gallegas. Las máquinas que sustituyen al personal, no están disponibles aún en Sarria, por ejemplo, y no siempre funcionan y la escasez de interventores hace que algún tren viaje sin este personal y los pasajeros tampoco puedan adquirir el billete a bordo. Viajan gratis y no cuentan en las estadísticas. Renfe no informa en su web que un viaje de larga distancia sale mejor si se compra por tramos de media distancia (sin transbordo). Correos vende billetes ahora, peso sin enlace, por lo que salen más caros.

2.- Pocas máquinas y alguna de 52 años

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La escasez y la antigüedad de locomotoras hacen que en ocasiones no haya suficientes máquinas para hacer sustituciones por averías o por revisiones. Personal y sindicatos ferroviarios denuncian que las locomotoras no siempre pasan las ITV cuando corresponde (la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria indica que deben ser cada 5.000 kilómetros), muchas veces por falta de suficiente personal en los talleres, lo que se traduce en averías. Otras veces es difícil encontrar piezas por la antigüedad de las máquinas. El TRD diésel que hace el servicio entre A Coruña y Monforte tiene 52 años.

3.- Escasez de líneas y horarios inadecuados

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Lugo solo tiene conexión directa con tres ciudades gallegas, A Coruña, Ourense y Ferrol y en este último caso el viaje dura 3 horas y 15 minutos. Los largos tiempos de viaje, motivados por transbordos y por las condiciones de vías y máquinas, hacen que el tren resulte poco competitivo. A ello también contribuyen el número de frecuencias, reducido, y los horarios. Un ejemplo: el tren diurno a Madrid sale de Lugo a media mañana y llega a la capital a media tarde, por lo que no es posible aprovechar al completo ni la mañana ni la tarde ni en la ciudad de origen ni en la de destino.

4.- Trenes que paran por falta de maquinista

La falta de maquinistas provoca que en ocasiones los trenes se detengan en mitad del recorrido porque el conductor agotó la jornada laboral y no hay quien lo sustituya. Otras veces directamente se suprimen los trenes y se sustituyen por autobuses o taxis. Según el sindicato CGT, que convocó varios paros en 2019 por este motivo, solo en el mes de diciembre se sustituyeron 29 trenes en Galicia por falta de maquinistas, entre ellos, algunos de la ruta Ourense-Lugo. En 2018 fueron más de 100, dice. Las tasas de reposición de Renfe y Adif no cubren las bajas por jubilación voluntaria, denuncia la CGT.

5.- Falta de plazas en largos recorridos

Renfe desvió a la ruta de Murcia dos trenes Alvia que utilizaba para reforzar servicios en Galicia. La compañía asegura que este hecho no afecta a la comunidad y que sigue dando más plazas los fines de semana o en periodos punta del año, aunque no concreta cuándo lo hace ni con qué medios. Esto provoca que a veces los trenes que unen Lugo y Madrid se llenen con varios días de antelación. En la dificultad para encontrar asiento influye también que los trenes cubren las plazas en tramos intermedios, sobre todo entre la meseta y Madrid, por lo que solo están disponibles para el resto del

6.- Una vía que tiene tramos del siglo XIX

La antigüedad de la única vía del tren que atraviesa la provincia —la otra va por el litoral— es una de los principales causas de los deficientes servicios. Tiene tramos del siglo XIX y sigue sin electrificar desde Monforte hasta A Coruña. El Gobierno tiene en marcha un plan de modernización de la plataforma entre Ourense y Lugo que incluye la electrificación en el tramo pendiente, pero sigue sin haber plazos para las variantes de trazado, claves para ganar tiempo, y tampoco hay plan ni consignación para actuar desde Lugo hasta A Coruña ni en la vía estrecha de Feve.

7.- Oural, un túnel sin extracción de gases

El túnel de Oural, de unos dos kilómetros, tiene las mismas características que en 1.883, cuando fue excavado a mano. Es muy estrecho (la distancia entre la puerta del tren y la pared es mínima) y no tiene sistema de extracción de humos, lo que hace que algunas ocasiones los maquinistas decidan parar a la entrada a la espera de que salga el humo que ha dejado el anterior tren. En 2013, el conductor de un Alvia regresó a Monforte al no ver la boca de salida. Dentro del plan de modernización de la vía está prevista la construcción de un nuevo túnel y que el actual sea galería de emergencia.

8.- Una incidencia al día para los pasajeros

Una incidencia al día con consecuencias para los pasajeros es la que viene sufriendo el tren en la provincia, según datos aportados por personal del sector ferroviario relativos a averías, falta de máquinas y de personal y a problemas en la vía, entre otras. En unos casos la consecuencia son esperas en estaciones o en el tren en el medio de la vía y en otros, transbordos en autobuses y taxis. Este otoño-invierno fueron numerosas las incidencias por caída de piedras y árboles en la vía, que Adif atribuye al mal tiempo y los sindicatos relacionan con falta de mantenimiento de la plataforma.

9.- Sin cercanías y una variante que no renta

Los esfuerzos de los gobiernos central y autonómico se centran en rematar el Ave a Galicia y el deterioro que los servicios ferroviarios han ido sufriendo en los últimos lustros es grave en conexiones interiores. La necesidad de ahorrar minutos en los largos tiempos de viaje llevó a que el tren dejara de parar en gran parte de las estaciones y apeaderos. Por otro lado, en 2018 entró en servicio la variante de A Pobra, pero no supuso ninguna ganancia en tiempo porque los trenes llegan antes a Sarria y Lugo y tienen que aguardar en estas estaciones al no modificarse los horarios.

10.- Ninguna estación es estratégica para Adif

La precaria situación del tren en Lugo es reconocida por Adif desde el momento en que no incluyó ninguna de las estaciones de Lugo como estratégicas en el informe realizado para la liberalización del transporte de viajeros. Adif asegura que tiene un plan comercial para potenciar "todas las estaciones" y en Lugo se ha desbloqueado el proyecto de la intermodal, aunque el convenio entre las administraciones implicadas todavía no está cerrado. La realidad es que, desde 2015, el 56% de las estaciones perdieron viajeros. Solo la capital, Sarria y Monforte sostienen las cifras del tren en la provincia.

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