Detenidos en la provincia de Lugo miembros de una mafia china dedicada al tráfico de drogas

Forman parte de un grupo de 38 personas detenidas por enviar marihuana a diversos países y blaquear hasta medio millón de euros cada mes

photo_camera Así se desarrolló la operación.

La Agencia Tributaria, la Policía Nacional y la Guardia Civil han desarticulado en una operación conjunta una mafia china dedicada presuntamente al tráfico de drogas internacional y al blanqueo de capitales. Han sido detenidas 38 personas, de las cuales 23 han ingresado en prisión por pertenencia a organización criminal. 

En el marco de la operación se realizaron un total de 30 registros en domicilios, establecimientos comerciales y empresas de paquetería, se han desmantelado tres plantaciones indoor y se ha incautado más de media tonelada de marihuana preparada para su envío al extranjero. 

El operativo contó con intervenciones en la provincia de Lugo, donde la Guardia Civil realizó registros y detenciones. El resto de operaciones fueron realizadas en las comunidades autónomas de Madrid y Asturias y en las provincias de Salamanca, Toledo y Las Palmas de Gran Canaria. En el transcurso de las mismas fueron intervenidos doce vehículos, algunos de ellos de alta gama, joyas y relojes de lujo, así como otros efectos y documentos. 

La investigación comenzó en abril de 2018, tras detectarse el envío de grandes cantidades de marihuana a Francia para su posterior comercialización. Entonces, se situó a una organización criminal china detrás de este tipo de actividades, utilizando una red de empresas de paquetería postal regentadas por ciudadanos chinos como elemento intermediario facilitador de su actividad ilegal. 

Este grupo estaba jerarquizado y tenía un alto grado de especialización y profesionalidad, estructurándose en células encargadas del cultivo de forma masiva en plantaciones en naves industriales y viviendas aisladas de gran tamaño. Asimismo, contaba con otras instalaciones donde se realizaba el envase y se preparaba el envío al extranjero mediante las empresas de paquetería. 

MONOPOLIO. Los investigadores apuntan que este tipo de organizaciones criminales chinas han asumido el cultivo y adquisición de esta sustancia en España, para posteriormente empaquetarla y distribuirla a otros países de nuestro entorno tales como Francia, Alemania, Reino Unido, Italia o Países Bajos. 

Estos grupos adoptan un alto grado de opacidad y hermetismo en las comunidades y zonas donde se asientan, tratando de pasar desapercibidas y dificultando su detección por los distintos cuerpos policiales. 

Así, y utilizando los mismos canales establecidos para el envío de sustancias estupefacientes, otros miembros de la organización criminal se dedicaban al envío de grandes cantidades de efectivo a países como Italia o Portugal, donde se realizaron aprehensiones de hasta 100.000 euros, gracias a la cooperación de la Guardia di Finanza, en el caso de Italia, y de la Policia Judiciaria en Portugal. 

Se estima que podrían haber estado evadiendo hasta medio millón de euros de forma mensual. Pese al enorme lucro económico reportado por sus actividades criminales, utilizan sistemas complementarios de canalización de esos beneficios, realizando compensaciones económicas y evitando en todo momento el espacio económico español. 

Durante los registros se hallaron 160.000 euros escondidos en dobles fondos, los cuales iban a ser empaquetados y enviados a países como Italia y Portugal. Junto con las aprehensiones realizadas durante la operación, se interceptaron alrededor de medio millón de euros, estimándose que esta era también la cantidad mensual que la organización criminal sacaba de España. 

A los detenidos, algunos de ellos en situación irregular, se les imputan delitos de organización criminal, contra la salud pública, usurpación de estado civil y otros delitos accesorios que les permitían perfeccionar su modus operandi. Aquellos que se encontraban en situación irregular utilizaban documentos de otros ciudadanos chinos, robados o prestados por otros miembros de la organización, evitando así obtener su identidad real. 

La operación ha sido desarrollada por unidades del Área Regional de Vigilancia Aduanera de Madrid, pertenecientes a la Agencia Tributaria, en operación conjunta con la Policía Nacional y la Guardia Civil. 

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