El presidente de la Diputación de Lugo en funciones, Darío Campos, aseguró este lunes en declaraciones a Efe, antes del último pleno del presente mandato -una sesión extraordinaria que se celebra a partir de las 14:00 horas-, que deja el cargo "con la cabeza muy alta" y "sin hacer ruido", embargado por un sentimiento de "gratitud" hacia "la provincia" y hacia la "gente" que lo acompañó en los últimos años en la institución.
"Me marcho con la cabeza muy alta y sin hacer ruido. Es lo más importante", dijo el alcalde de A Pontenova, lleno de "gratitud a toda la gente que conocí en la Diputación y a la provincia, porque ha sido un placer ser presidente de la Diputación durante estos cuatro años".
Aunque su salida de la Diputación se produjo de forma precipitada, aseguró que, "salvo alguna negativa", las "experiencias en la vida son siempre positivas, porque siempre aprendes" de ellas.
"Nunca me había visto en política, hasta que fui alcalde, y nunca me había visto a mí mismo como presidente de la Diputación, ni mucho menos ", confesó Darío Campos.
Para él ha sido "una experiencia vital dura", pero reconoce que también ha "aprendido muchas cosas". "No la olvidaré en la vida", zanjó.
