Crecen en Lugo las ventas de vivienda a extranjeros por su oferta y precios

Gastan de media 150.000 euros en adquirir la casa y otros 200.000 en rehabilitarla
Vivienda de Jay Pulaski y Josefa Yáñez, rehabilitada por Materia Consultoría en la Ribeira Sacra. EP
photo_camera Vivienda de Jay Pulaski y Josefa Yáñez, rehabilitada por Materia Consultoría en la Ribeira Sacra. EP

La provincia atrae cada vez a más extranjeros que buscan comprar vivienda. Ese es un mercado boyante porque reúne dos características clave: oferta variada y precios ajustados, menores que los de otras zonas de Galicia y alejadísimos de los que alcanzan propiedades similares en los lugares de origen de los compradores. Se gastan una media de 150.000 euros en comprar y otros 200.000 en arreglar, aunque, por supuesto, hay excepciones.

undefined
Rosy Costoya de Galician Country Homes. EP

Rosy Costoya es la directora general de Galician Country Home, una empresa fundada por su marido, Mark Atkinson hace 20 años cuando él hizo desde Manchester ese mismo viaje que en los últimos años, también en este de creciente inflación y futuro incierto, están haciendo muchos compatriotas, rendidos ante los encantos de Galicia y su calidad de vida.

La sede de la firma está en Rábade y la mayoría de las propiedades cuya venta gestionan está en la provincia de Lugo pero trabaja en toda Galicia. El 85% de sus clientes son extranjeros y explica que el rango de precios que abonan es variadísimo. "Los hay que quieren una casa pequeña y desean invertir unos pocos miles de euros en una vivienda para arreglar y residir en ella o para usar en vacaciones. Hemos vendido alguna por poco más de veinte mil euros. Pero también tenemos clientes que se interesan por negocios que han cerrado, ya fuese a consecuencia de la pandemia o por jubilación de los propietarios. Quieren invertir en una casa u hotel rural, donde vivir pero también tener un pequeño negocio. Igualmente, hay fondos de inversión que buscan propiedades mucho más grandes, como pazos, con potencialidad para acoger hoteles de mayor tamaño", explica.

undefined
Sonia Parcero, Materia Consultoría. EP

"Por regla general buscan casas en zonas aisladas o núcleos pequeños, viviendas tradicionales y con carácter, con terreno y buen paisaje alrededor", explica Sonia Parcero, arquitecta técnica que dirige Materia, una consultoría de edificación que después de iniciar sus pasos en Lugo acabó abriendo también una oficina en Quiroga ante la demanda en la zona.

En los últimos años gran parte de sus clientes son extranjeros que quieren arreglar una casa en la provincia para vivir y teletrabajar o para residir después de jubilarse. Parcero nació y vivió en Holanda hasta los diez años por lo que habla con fluidez holandés e inglés, idiomas que son a menudo herramientas de trabajo.

No duda cuando se le pregunta cuál es la manera en la que sus clientes extranjeros conocen Lugo. "Una gran parte hacen el Camino y se enamoran de Galicia", explica. Exactamente ese mismo verbo utilizan muchos de los entrevistados para este reportaje, que cuentan cómo visitan la provincia y se hacen devotos de la forma de vida. "Les gusta el paisaje, el clima, la gente... Buscan un lugar tranquilo donde vivir y lo encuentran aquí", señala.

No solo se interesan por viviendas más solitarias que las que suelen atraer a los locales, sino que también se enfrentan de forma diferente a los proyectos de rehabilitación. "Suelen ser bastante respetuosos con las normas de edificación e interesados en utilizar materiales tradicionales, como pizarra, piedra o madera. Por ejemplo, les gustan las ventanas de madera, mientras que los españoles se inclinan más por las de PVC o aluminio y son muy reacios a elegir las de madera", explica Parcero, que añade que le dan mucha importancia a las vistas y buscan estancias amplias en cocinas y salones.

Añade que, por regla general, están interesados en diversificar las fuentes de energía y quieren colocar placas solares, aerotermia o biomasa y, en muchos casos, combinar varias de ellas.

ORIGEN. En cuanto al origen de los extranjeros que se instalan en la provincia, aunque es variado hay alguna nacionalidad con mayor presencia que otras, como la británica. "Tenemos clientes de todas partes, de todos los países de Europa, fundamentalmente Reino Unido aunque tras el Brexit puede haber bajado un poco. También de Estados Unidos, de Canadá, Nueva Zelanda...", dice Costoya.

undefined
Elena Lino, Galician Property Lawyers. EP

Quienes recurrren a los servicios de Parcero son fundamentalmente ingleses, al igual que a los de Elena Lino, abogada al frente de Galician Property Lawyers, que ofrece asesoramiento y ayuda con todo tipo de gestión de documentación que una persona extranjera tenga que hacer para comprar propiedades en Galicia o para tramitar su residencia. Todos sus clientes son extranjeros, gran parte de ellos ingleses, muchos holandeses pero también con otros orígenes.

Aunque su despacho está en Pontevedra ha llevado y lleva el papeleo de muchos compradores que se instalan en la provincia de Lugo. Señala que el perfil de ese cliente no es, obviamente, el mismo que al que interesa el Sur de España, ni tampoco otras zonas de Galicia como las Rías Baixas.

Lugo atrae por los precios contenidos, sustancialmente más baratos que los de la provincia pontevedresa, pero también por su capacidad de ofrecer buenas localizaciones, con oferta de viviendas en lugares poco concurridos.

"Un español elige sitios más poblados, con más servicios cerca. Los extranjeros buscan más soledad, por eso les atraen las aldeas abandonadas o con pocos habitantes", explica.

Admite que el clima seduce a muchos de sus clientes, igual que lo hacen Costoya o Parcero. Esa es una circunstancia llamativa en el caso de los británicos, ya que puede llamar la atención que quieran mudarse a un lugar donde, al igual que en su país, llueve a menudo, los inviernos son fríos y húmedos y el paisaje es verde y con vegetación frondosa.

Lino explica que es lo suficientemente parecido al del Reino Unido, pero "más llevadero" que allí. Sigue teniendo mejores veranos y temperaturas más suaves. Evidentemente, quienes recalan en Galicia no lo hacen buscando un sol eterno ni vida playera, como a lo mejor sí hacen los que se instalan en Andalucía. Además, el desembolso que tendrían que hacer para comprar una propiedad en el campo en su país sería muy elevado.

CAMINO. El Camino actúa a menudo como disparador. Muchos extranjeros se deciden a hacerlo sin conocer nada de Galicia y, cuando comienzan la ruta, y a disfrutar del paisaje se les empieza a forjar la idea de comprar. Las distintas rutas permiten, además, ver paisajes variados y entrar en contacto con personas que han visitado otras zonas de la comunidad y que, a menudo, actúan como prescriptores.

El sector, evidentemente, ha ido cambiando. Inicialmente la mayoría contactaba con inmobiliarias para que buscaran por ellos viviendas que pudieran ajustarse a sus demandas, ahora, aunque muchos siguen haciéndolo en último término, suelen mirar en Internet con antelación y seleccionar entre la oferta que van encontrando online.

Pese a todo, cuando se deciden a dar el paso suelen invertir entre dos semanas y un mes en peinar la zona de su interés. Reconocen que no siempre es fácil y rápido saber si la casa que les interesa está realmente a la venta, aunque esté visiblemente abandonada, y si lo está quién o quiénes son los propietarios y si están localizables.

La mayoría destaca el carácter de la gente como otra de las ventajas de vivir en la provincia. La solidaridad ante cualquier contratiempo, la generosidad a la hora de compartir desde productos de la huerta hasta remedios para las plagas y la predisposición a acoger bien a los nuevos vecinos son algunos de los comportamientos que más aprecian los extranjeros que se mudan a Lugo.

Pedrafita es el pueblo lucense no costero más visitado por extranjeros para comprar casas

Pedrafita do Cebreiro es el pueblo de Lugo sin costa que más extranjeros visitan con intención de comprar vivienda, según un estudio realizado por el portal inmobiliario Idealista.

El Camino de Santiago actúa muchas veces como carta de presentación por lo que no resulta extraño que sea un municipio por el que pasa la ruta el que despierta más interés. El informe refleja que, tras cierto declive a causa de la pandemia, que frenó el mercado en general y el de las ventas a extranjeros en particular, estos han vuelto a interesarse por adquirir propiedades en España y no solo en las localizaciones habituales, como zonas de costa y del sur. También buscan ahora cada vez más casas situadas en pueblos de interior.

En el resto de provincias gallegas, las zonas que más interés despiertan son Cerdido en A Coruña, Amoeiro en Ourense y O Covelo en Pontevedra. Si el abanico se abre al conjunto de España, la localidad no costera con más atractivo para los potenciales compradores de vivienda extranjeros es Ciudad Quesada, en Alicante. El segundo pueblo que registra un mayor volumen de búsquedas desde el exterior está situado también en esa provincia y es Busot. Muy alejada de la costa, el podio lo completa Ciudalcampo, en Madrid.

Mudanza: de Francia y Estepona a Pol 
Amanda Kiff y su marido son una pareja británica que residía en Francia desde hacía diez años y que tenía una segunda vivienda en Estepona. Habían comprado su residencia malagueña con la intención de que fuera su lugar de retiro pero acabaron cambiando de idea. "El calor empezó a hacerse excesivo", dice.

Unos amigos de Francia les hablaron de Galicia y les animaron a conocer la comunidad. Creían que podía ser lo que estaban buscando.

15.000 kilómetros

El marido de Amanda llegó a Galicia con la intención de buscar una casa para arreglar. "Queríamos un proyecto. En cuanto llegó le entusiasmó Galicia y Lugo. Recorrió más de 15.000 kilómetros en cinco semanas visitando casas, vio un total de 26 y, cuando estaba a punto de tirar la toalla y renunciar, justo la última era ideal para nosotros", explica.

Lo mejor, la gente

"Estamos abrumados por la acogida de nuestros vecinos, por su amabilidad y generosidad. Nos dan cosas del huerto, nos ayudan con cualquier problema... Dicen que hemos traído vida a la casa", apunta Amanda.

Obras a su cargo

"Mi marido ha trabajado muchos años en construcción. Ya arreglamos nuestra casa de Francia y también hicimos obras de renovación en la del Reino Unido. Esta obra también pretendemos hacerla nosotros mismos", explica Amanda sobre su casa de Pol, en la que ya está residiendo mientras la ponen a punto.

Comentarios