Construyendo Os Ancares

La arquitecta extremeña Montserrat Lamela siempre sintió devoción por el paisaje rural del noroeste de España. Este fue uno de los motivos que la llevó a escoger cuatro aldeas de Os Ancares como protagonistas de su trabajo de fin de grado
Aldea de Balouta. Montserrat Lamela
photo_camera Aldea de Balouta. MONTSERRAT LAMELA

Montserrat Lamela lleva toda su vida visitando diferentes aldeas de la zona de Os Ancares, y aunque siempre estuvo interesada en el ámbito rural, nunca pensó que esta comarca sería la protagonista de su trabajo de fin de grado (TFG).

Montserrat Lamela.Lamela, natural de Cáceres, cursó los primeros cuatro años del grado de Arquitectura en la Escuela Técnica Superior de la Universidad de Sevilla. En su quinto curso obtuvo una beca SICUE que le permitió estudiar en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid de la Universidad Politénica de la capital. Fue allí donde uno de sus profesores la animó a centrar su TFG en la arquitectura de diversas aldeas de Os Ancares.

El vínculo entre Montserrat y Galicia no es casual, ya que su familia paterna es de la aldea de Miranda, ubicada en el municipio de Castroverde, y en todas sus visitas siempre le llamó la atención la particular arquitectura de la zona, muy diferente a lo que estaba acostumbrada a ver.

En su investigación se centró en cuatro aldeas: tres leonesas y una lucense, todas ellas situadas en la comarca tradicional ancaresa.

La aldea lucense escogida fue Vilarello, perteneciente a la parroquia de Donís, en el ayuntamiento de Cervantes. A Montserrat este lugar le llamó la atención tanto por el "asentamiento del territorio" como por la transformación negativa de la arquitectura y del paisaje, que "se puede apreciar a nivel visual".

Processed with VSCO with b5 presetOtra de las aldeas seleccionadas fue Balouta, perteneciente a la provincia de León, que destaca por la "relación que tiene el paisaje con el agua".

Las aldeas bercianas de Campo del Agua y Aira da Pedra sorprendieron a Lamela por la particular situación que se da entre ambas: "Campo del Agua está asentada en un territorio montañoso mientras que Aira da Pedra se ubica en un entorno fluvial, lo cual provocó que la población de la zona se trasladara a una u otra aldea en función de la época del año" explica. Esta adaptación influenciada por el clima también se puede observar en la arquitectura y el paisaje, según destaca en su investigacion.

De todas las construcciones tradicionales, la palloza fue la que más le llamó la atención. Este es un edificio de planta oblonga y techo de paja que antes actuaba como vivienda y que forma parte de la arquitectura más tradicional de nuestro territorio.

Montserrat Lamela denunció en su investigación el mal estado en el que se encuentra el patrimonio de la zona

Los hórreos y los muros de piedra también sorprendieron a la extremeña. En general, resalta que muchas de las construcciones "surgen vinculadas a la actividad agrícola y ganadera", propia de la zona de Os Ancares.

Montserrat también usó su TFG para denunciar el estado de abandono en el que se encuentran muchos pueblos del ámbito rural.

En sus conclusiones resalta que esta situación es consecuencia, en parte, del éxodo hacia las ciudades, que ha provocado que estas aldeas apenas alcancen la veintena de vecinos y que estos no puedan hacer frente a la restauración del patrimonio.

Aunque Lamela reconoce que ahora "la población vuelve a interesarse por el medio rural", esto no resulta suficiente. "Es necesario un esfuerzo por parte de las instituciones competentes" para poder revertir esta situación, concluye.

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