Frío saludo entre José Tomé y Darío Campos

Los dos aspirantes a presidir la Diputación coincidieron en Ribas de Sil, con el secretario de organización del PSdeG como testigo

José Tomé y Darío Campos, el domingo en San Clodio. L.A. RODRÍGUEZ
photo_camera José Tomé y Darío Campos, el domingo en San Clodio. L.A. RODRÍGUEZ

Educado y protocolario, como el saludo entre los jugadores de dos equipos antes de disputarse una final. Así es como describen testigos presenciales el encuentro entre Darío Campos, presidente en funciones de la Diputación de Lugo, y José Tomé, alcalde de Monforte y aspirante a ocupar el puesto de su compañero de partido durante los próximos cuatro años.

El terreno de juego este domingo fue San Clodio, en Ribas de Sil, donde se celebraba la feria de la cereza y el aceite. Era el primer acto público en el que ambos contendientes coincidían desde que el monfortino anunció su decisión de hacer valer el magnífico resultado que obtuvo en el segundo municipio más poblado de Lugo para presentar su candidatura a ser elegido por los diputados socialistas como presidente provincial. Abría así una crisis de liderazgo en las filas del PSdeG lucense, que hasta ese momento se empeñaba incluso en negar oficialmente que se pudiera dar esa posibilidad y cuyo aparato cerraba filas en torno a la figura de Darío Campos.

Ahora las cosas, ni las alianzas, están ya tan claras, después de que el aparato gallego que dirige Gonzalo Caballero evitara dar su apoyo a uno u a otro y se remitiera a la decisión de los órganos de dirección tanto gallegos como nacionales. Una situación nada cómoda, como seguro que pudo atestiguar el secretario de organización del PSdeG y hombre de Caballero, José Antonio Quiroga, que fue testigo más o menos pasivo, al menos en público, del encuentro entre ambos contendientes.

No es que Quiroga se desplazara hasta allí por este motivo, ya que el presidente de la Confederación Hidrográfica es de O Saviñao y habitual de esta feria. Evidentemente, todos ellos coincidieron con el alcalde de Ribas de Sil, Miguel Sotuela, diputado provincial desde 2003 que podría perder su escaño si finalmente se consuma el desafío de Tomé y este pasa a ser el único diputado provincial socialista por el partido judicial de Monforte. No se le vio al alcalde, en todo caso, muy preocupado este domingo, más centrado en el buen funcionamiento de la feria que en las luchas internas de su partido.

Ninguno de ellos quiso hacer declaraciones en Ribas de Sil, aunque antes Tomé había hablado con Europa Press para subrayar su opinión de que los últimos cuatro años en la Diputación "fueron muy convulsos", en referencia a los problemas ligados al diputado disidente Manuel Martínez, por lo que cree "necesario abrir una nueva etapa para que el ente provincial sea noticia solo por su gestión para los vecinos de la provincia de Lugo". Unas palabras que seguro que no tuvieron que sentar nada bien a Darío Campos y que seguro que ayudaron a que el encuentro de de este domingo se mantuviera dentro de los estrechos límites de la frialdad.

Para recordar a ambos los peligros de no ponerse de acuerdo, por Ribas de Sil andaban también los alcaldes de Sober, Pantón, Quiroga y O Saviñao, todos del PP, en nutrido desembarco.

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