Amancio López Seijas: un hombre que no cree en el destino

A los 17 años hizo las maletas rumbo a las Baleares, convencido de que con tenacidad se pueden lograr las metas marcadas

Amancio López Seijás. AEP
photo_camera Amancio López Seijás. AEP

Un joven de 17 años de la pequeña parroquia de Camporramiro, en el municipio de Chantada, a quien no le iban demasiado bien los estudios decidió que era el momento de plantearse qué hacer de su vida , quizá siguiendo la máxima de su familia, que no era otra que impedir que el destino determinase su futuro.

Como fórmula para conseguirlo estaba poner todo el empeño necesario para no caer en la resignación ni en el victimismo. Así, este joven hizo las maletas y con toda su determinación puso rumbo a las Islas Baleares en busca de trabajo. Allí encontró empleo en un hotel, en la discoteca que tenía el establecimiento, para luego pasar a ser recepcionista en otro complejo hotelero.

Tras dos años en Mallorca, este joven se fue a Barcelona, ciudad que había conocido fugazmente pero de la que se había quedado impresionado. Estaba convencido de que era una ciudad abierta, cosmopolita, en la que las oportunidades no podían faltar, sobre todo en un momento en el que la prosperidad parecía asentarse en España y el sector turístico comenzaba a coger impulso, mucho impulso.

En la ciudad Condal, ya con 22 años, tuvo la oportunidad de participar en una iniciativa que consistía en la unión de tres hoteles independientes a fin de competir con las grandes cadenas. Se involucró como directivo y accionista aportando un pequeño capital y puso en marcha un proyecto que fue configurando poco a poco a base de ilusión, constancia y mucha ilusión.

En Barcelona, ya con 22 años, tuvo la oportunidad de participar en una iniciativa que consistía en la unión de tres hoteles independientes a fin de competir con las grandes cadenas

Todo esto ocurrió allá por 1973. Fue el inicio de algo que 43 años después es muy grande, tanto como contar con 4.100 hoteles asociados y unos 200 en gestión, pero también tener la capacidad de comercializar plazas en otros 200.000 de todo el mundo. Tales cifras llevan asociadas otras, como disponer de una plantilla cercana a las 6.000 personas y facturar más de mil millones de euros anuales.

Aquel joven que se fue de Camporramiro para labrarse un futuro, su futuro, es Amancio López Seijas, el que comenzó dirigiendo tres pequeños hoteles barceloneses y en la actualidad es el presidente del potente grupo hotelero Hotusa. Si se le pregunta cómo ha llegado hasta donde está, Amancio López cree necesario pensar a lo grande y poner pasión para lograr, bajando desde lo más ambicioso que se haya pensado, la viabilidad de un determinado proyecto. La actitud y el positivismo, pero también el realismo y el idealismo, dos conceptos que asegura no son antagónicos, deben ser otros ingredientes que deben entrar en el cóctel del éxito. No se olvida de que resulta preciso acompañarlo de una pizca de razón y pasión, dos ideas que, está totalmente convencido, pueden convivir en equilibrio.

Aquel joven que se fue de Camporramiro para labrarse un futuro, su futuro, es Amancio López Seijas, el que comenzó dirigiendo tres pequeños hoteles barceloneses y en la actualidad es el presidente del potente grupo hotelero Hotusa

Como hace 43 años, cuando dejó atrás Chantada, López Seijas, está convencido de que el futuro depende de nosotros. Que es preciso reflexionar y actuar, ser competitivos y, sobre todo, estar en un proceso continuo de investigación para ser más fuertes y resistentes, amén de diversificar e innovar con el objetivo de que los nuevos escenarios, por muy novedosos o desalentadores que sean, nunca cojan a uno desprevenido.

PREPARACIÓN Y ACTITUD. Todos estos conceptos pueden resumirse con dos palabras: preparación y actitud. Amancio López Seijas cree en la formación de los jóvenes, como demuestra el hecho de haber firmado hace tres meses con la Consellería de Educación un convenio para impulsar la Formación Profesional Dual, ofertando un total de 175 plazas en  seis ciclos formativos que se ofertan en ocho centros de enseñanza gallegos. Este tipo de formación tiene encandilado al chantadés, quien no ha dudado en apostar por trasladar el modelo de la formación dual a la universidad. Esta convencido de que el binomio que se puede crear entre las universidades y las empresas tiene un importante recorrido, sobre todo a la hora de conseguir una formación continua que impida que cualquiera con inquietudes pueda quedarse obsoleto en un mundo globalizado y cambiante, donde la exigencia es máxima. 

En cuanto a la segunda parte del binomio, la actitud, el presidente de Hotusa la considera esencial, junto a la creatividad y el esfuerzo, para sacar adelante cualquier iniciativa.

Aquí vuelve a surgir la principal máxima de Amancio López: "El futuro no está predeterminado". Con preparación, actitud, ideales y retos se consigue el objetivo que uno se marque. Eso es lo que piensa este hombre que se ha hecho a sí mismo.

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