La Xunta de Galicia inició un estudio sobre las pesqueras y molinos existentes en el lecho del río Miño, entre la antigua villa de Portomarín y el también desaparecido pueblo de Ferreiroá, con el fin de documentar la arquitectura y detalles que encierran ese tipo de construcciones, que son una parte esencial de la historia de este cauce y que normalmente se encuentran bajo el agua del embalse de Belesar.
Esta actuación se centrará en la realización de una recopilación documental con el objetivo de ahondar en la evolución histórica de estos elementos. Para ello se hará una encuesta etnográfica que recoja el testimonio de las personas que posean conocimientos de este tipo de elementos y se analizará su situación de conservación aprovechando que el caudal del río está en niveles muy bajos y que, por lo tanto, pueden visitarse.
El proyecto se completará con un vuelo fotogramétrico con el fin de recoger documentación topográfica en un área de aproximadamente tres kilómetros en la que se encuentran los restos de los antiguos pueblos de Portomarín y Ferreiroá, en los que están catalogadas doce pesquerías y un molino. Este vuelo se hará con una precisión de alta calidad intentando ofrecer con mayor detalle las zonas donde se sitúan las ruinas.
La Consellería de Cultura aportará cerca de 15.000 euros para esta intervención, que se prolongará durante dos meses.
Esta actuación se enmarca dentro del compromiso de la Administración autonómica con la conservación, restauración y puesta en valor del patrimonio cultural. En el caso de la provincia lucense están en marcha acciones como la programada en Portomarín, la que se iniciará en los próximos días en el castro de Santa María de Cervantes o la que se está ejecutando en la actualidad en la iglesia de San Pedro en Lugo.
