Quesos y panes para conquistar paladares

En su estreno como Festa de Interese Turístico Galego, la Feira do Queixo de Friol e Pan de Ousá volvió a presumir de su gran poder de convocatoria. Miles de personas acudieron a esta cita, en la que muchos puestos agotaron existencias
Público en el parque Rosalía de Castro. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera Público en el parque Rosalía de Castro. VICTORIA RODRÍGUEZ

A sus veintinueve años de edad, la Feira do Queixo de Friol e Pan de Ousá está en su momento de plenitud. La cita, que estrenó este domingo su condición de Festa de Interese Turístico de Galicia, no pierde poder de convocatoria y aunque en esta ocasión el cambio al horario de verano hizo que el público se retrasase más en llegar, conforme fueron avanzando las horas la localidad volvió a registrar un lleno absoluto, que se tradujo en un gran ambiente y buenas ventas.

Y es que aunque las previsiones meteorológicas eran inicialmente inciertas, al final el buen tiempo también ayudó a que esta edición de la feria, en la que se pusieron a la venta unas 15.000 piezas de queso y 5.000 panes, fuese todo un éxito y que la mayoría de los puestos ubicados en el interior de la carpa principal -90 queixeiras y cinco panaderías- agotasen prácticamente la totalidad de sus existencias.

Puesto de quesos en la carpa. VICTORIA RODRÍGUEZ
Puesto de quesos en la carpa. VICTORIA RODRÍGUEZ

Casa Zolle es una de esas queserías friolesas cuya actividad a lo largo de estos años creció prácticamente al mismo ritmo que la propia feria. Ovidio Zolle, gerente de la empresa, destacaba este domingo el esfuerzo de los productores, ya que a pesar del incremento de la materia prima, "o leite subiu nun ano a practicamente o dobre", los precios de los quesos se mantienen casi al mismo nivel de las anteriores ediciones, "xa que se antes vendiamos as pezas a oito euros, este ano custan nove".

Una pareja procedente de Baamonde, "que excepto durante a pandemia vimos a esta feira dende hai moitos anos", tampoco notaba que los precios se hubiesen incrementado de forma notable. "Aínda que o pan e o queixo puideron subir algo, non se nota como noutros produtos do día a día", afirmaban. Además, la pareja daba más importancia a la calidad del producto que a cualquier otra cosa, porque "se ao final vimos aquí todos os anos é porque todo está boísimo e pasamos unha xornada moi agradable na que ademais vimos a tomar o polbo e a feirear todo o día", aseguraba el hombre.

Una pareja de Baamonde comprando pan. VICTORIA RODRÍGUEZ
Una pareja de Baamonde comprando pan. VICTORIA RODRÍGUEZ

Mari Carmen, una vecina de Lugo que acudía por primera vez a la feria, también destacaba la calidad de los productos y el buen ambiente de la cita, por lo que aseguraba que "nos próximos anos volverei, sen dúbida". De la misma opinión era su amiga Pili que, aunque reconocía que ya había acudido a la cita en años anteriores, "gústame moito vir, gozar do ambiente e comprar".

Marina, una de las personas que atendía el puesto de panadería Mariño, también reconocía que las ventas este domingo "tardaron en arrancar", pero según avanzaba la mañana estaba más convencida de que acabaría dando salida "aos máis de 500 bolos que trouxemos a vender". En este sentido, también destacaba que en su negocio no habían subido los precios, "porque se repercutimos ao cliente todo o que nos subiron a nós non creo que vendésemos nada".

Pero si el punto álgido de la feria fue hacia el mediodía, al atardecer el ambiente volvió a recuperarse con los cantos de taberna a cargo de la agrupación Son de Outeiro. Ya por la noche, a partir de las 22.30 horas, estaba previsto el inicio de la verbena amenizada por París de Noia, "o que supón un colofón ideal para unha cita que cada ano vai a máis", aseguraba el alcalde, José Ángel Santos.

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