El PSOE exigirá en el Parlamento un docente más en el Ceip de Portomarín

Un momento de la reunión de cargos del PSOE con familias afectadas por cambios en el colegio de Portomarín. EP

El alcalde dice que la ley que ampara los ajustes la aprobaron los socialistas en la Xunta, por lo que ve su postura "hipócrita"

El PSOE reclamará en el Parlamento gallego que la Xunta incorpore un nuevo docente al Ceip Virxe da Luz de Portomarín, que perdió una plaza este curso. Dice que sin ese profesional el colegio ha quedado en "precario". El alcalde, el popular Juan Serrano, ve "hipócrita" que los socialistas se erijan en defensores de la calidad educativa ya que, subrayó, la ley que ampara esos cambios se aprobó con la Xunta bipartita.

El PSOE informó de esa iniciativa tras un encuentro de cargos del partido con familias afectadas, que se quejaron de que en cada clase hay ahora tres cursos agrupados, cuando antes había dos.

En esa reunión participaron el secretario provincial del PSOE, Álvaro Santos, el diputado autonómico Luis Álvarez y la portavoz local, Silvia Rodríguez, que anunciaron que llevarán esta polémica al Parlamento ante "a falta de resposta" del Gobierno gallego, pese a que el PSOE ya arrancó del pleno de la Diputación un acuerdo unánime para pedir ese refuerzo.

Según los socialistas, los cambios en el centro implican que, al concentrarse en cada clase tres cursos, cada hora "ten que repartirse en tres niveis diferentes polas distintas necesidades do alumnado". "En Portomarín iso leva a que os nenos reciban 16 minutos de materia por clase fronte aos 50 que reciben en Lugo", denunciaron.

CRÍTICAS DE SERRANO. Tras este anuncio, el alcalde criticó que el PSOE cargue contra un reordenamiento que "cumpre" los ratios fijados "na Lei de Centros, que impulsou a conselleira socialista Laura Sánchez Piñón" en tiempos del bipartito autonómico.

Tras recalcar que siempre apoyará mejoras educativas, denunció que fue también con el PSOE en el poder cuando el Virxe da Luz y más centros del rural perdieron cursos de Eso pese al rechazo vecinal. Por último, retó a los dirigentes del PSOE a un debate público en materia de educación, al estar convencido de que desmontará su discurso "hipócrita".