El proyecto de construcción de un aparcamiento subterráneo en el Campo da Feira de Portomarín recibió el visto bueno de la Comisión de Patrimonio da Xunta, el último informe sectorial que quedaba pendiente antes de la firma del convenio entre el Concello y la Consellería de Medio Ambiente para la ejecución de las obras, que contarán con un presupuesto de un millón de euros.
El párking contará con cien plazas subterráneas, divididas en dos plantas de 50 cada una. La planta de superficie se utilizará como plaza y zona de ocio, según indicó el alcalde, Juan Serrano. Con este estacionamiento se resolverá uno de los grandes problemas de la villa en la temporada alta de visitantes y peregrinos. La planta superior tendrá una superficie útil de 1.708 metros cuadrados y cada una de las dos subterráneas medirá 1.438 metros, lo que supone una extensión total de 4.585.
La finalización de esta obra definirá la puesta en marcha de la peatonalización y humanización de calles en el casco histórico de Portomarín "co fin de reforzar o seu papel como pobo turístico e na percura de desestacionalizar o turismo e buscar visitantes máis alá dos meses de chegada dos peregrinos", manifestó Serrano.
Además del aparcamiento del Campo da Feira, el regidor proyecta la construcción de una infraestructura similar en la otra entrada del pueblo. "Para peonalizar é imprescindible contar con lugares onde estacionar", agregó el alcalde. El futuro párking permitiría cerrar al tráfico zonas del centro histórico, situadas a apenas 150 metros de distancia, como en el caso de la Praza Conde de Fenosa, que es el espacio central del pueblo, donde se encuentran el Concello, la iglesia de San Xoán y el centro sociocultural ubicado en el Pazo del General Paredes.
MEJORA ESTÉTICA. El Campo da Feira está situado en el cruce de la avenida de Chantada y la avenida de Sarria. En la actualidad es una plaza con una cubierta de chapas de acero. Juan Serrano recalcó que la retirada de este elemento y de la estructura que la sustenta supondrá "unha importante mellora estética para poñer en valor as vistas desde o campo da Feira e desde as terrazas superiores sobre o río Miño e da zona e entrada dos peregrinos en Portomarín, tapadas en parte por esa construción", explicó.
Tras retirar la cubierta existente en el Campo da Feira se instalarán estructuras multiusos, con un diseño innovador, y con elementos vegetales, en referencia al papel de Portomarín como puerta de entrada a la Ribeira Sacra, y elementos alusivos al Camiño Francés.
Estas instalaciones, que se harán a una escala proporcionada y sin interferir en las vistas de esta zona, están concebidas para albergar diferentes usos. Los días de feria o de algún festejo albergarán los puestos de venta o exposición. Las jornadas de reuniones gastronómicas o comidas vecinales alojarán a los comensales. También se renovará el mobiliario urbano existente, deteriorado por el uso y el paso del tiempo.
