Un "milmañas" volcado en la historia local

Sus libros sobre Castroverde son un referente de la historia local, pero este escritor polifacético es "un milmañas", como le definió el poeta Manuel María, término que resume su constancia en el aprendizaje y su intenso periplo vital
Xosé María Gómez Vilabella.  J.VÁZQUEZ (AEP)
photo_camera Xosé María Gómez Vilabella. J.VÁZQUEZ (AEP)

ES UN hombre polifacético y hecho a sí mismo, movido por un incansable afán de aprender. A sus 92 años, Xosé María Gómez Vilabella recuerda con nitidez sus sorprendentes vivencias desde que salió con 18 años de su Castroverde natal. Hijo y nieto de zoqueiros, también ejerció este oficio muy joven, entre otras cosas para pagarse un curso de mecanografía y taquigrafía en la Academia ERT de Lugo. Aprovechó estas enseñanzas para mudarse a Madrid e ingresar como voluntario en el antiguo Ministerio del Ejército, donde le destinaron como mecanógrafo en el Consejo Superior de Justicia Militar, "no que había máis xenerais que escribintes", comenta. En esta etapa mecanografió "moitos segredos de estado, pero daquela era obrigado oír e calar". Así nació una carrera marcada por el estudio y el espíritu de superación, en el que mezcló una profesión ligada a los números con una pasión ligada a las letras.

En su periodo en el consejo militar tuvo la ocasión de conocer al general Martínez Campos -hijo del militar que protagonizó el pronunciamiento de Sagunto que propició la llegada al trono del príncipe Alfonso-, que cuando ocupó la presidencia de la Real Academia de la Historia le facilitó el carné de investigador, "despois de que Franco os suprimise".

Gómez Vilabella no paraba. Por la mañana trabajaba y por las tardes estudiaba en el Círculo Mercantil y Económico madrileño para preparar una oposición al Banco Exterior de España. Cuando llevaba un año en la entidad bancaria quedó vacante una plaza de oficial de primera en Sidi Ifni, un territorio que hoy pertenece a Marruecos. Presentó la solicitud «só para que se fixasen en min. Había compañeiros con máis méritos e antigüidade, pero declarouse a peste bubónica na colonia e todos renunciaron ao destino. Quedei como único aspirante. Así foi como ascendín 18 anos de escalafón nun só día», cuenta Vilabella, que marchó convencido de que la temida epidemia no podría con un bravo mozo de Montecubeiro. Ya asentado allí se casó por poderes con su mujer, a más de 3.000 kilómetros de distancia. Corría el año 1953.

ESTANCIA EN SIDI IFNI. Al escritor e investigador castroverdés le pilló en África el conflicto bélico de 1957, que inspiró varios de sus libros. En la novela Cacería de ciclostomos en Ifni se pregunta si él y sus compañeros de la Brigada de la gabardina volverían hoy a las andadas con aquellos fusiles Mauser 98 de la guerra del 36, y animados por el coñac Tres Cepas, frente a las metralletas del adversario marroquí que asediaba la sucursal bancaria.

Tras una década como director en Sidi Ifi, y más tarde en El Aaiún, Gómez Vilabella pidió el traslado a Gijón. "Descendín á categoría de apoderado, pero sentía a necesidade de emprender estudos sociais", señala. Hizo el bachillerato, sacó el título de périto mercantil y estudió idiomas, entre ellos el francés, el inglés y el alemán. Más tarde, al afincarse en A Coruña, estuvo matriculado hasta los 60 años en la Uned, donde cursó Ciencias Empresariales, Economía, Derecho y Sociología, aunque no remató ninguna de estas carreras, ya que lo que buscaba era conocimientos específicos de algunas asignaturas. Y por si sus ocupaciones fueran pocas también montó una asesoría fiscal.

En 1949, con 20 años, escribió su primer libro, "Castroverde. Bosquejo histórico y geográfico". Para la labor de documentación se valió del carné de investigador concedido por Martínez Campos, que le facilitó el acceso a los archivos, muchos de los cuales estaban cerrados en la posguerra.

Pero fue a partir de los 60 años, ya jubilado, cuando comenzó su prolífica labor como escritor, con numerosos estudios sobre Castroverde. A su edad mantiene todavía un blog donde recoge o menciona estos trabajos.

PERSONAJE HISTÓRICO. Entre los personajes locales estudiados guarda una especial predilección por el dirigente socialista Manuel Cordero, cuyo posicionamiento en las Cortés republicanas junto a Clara Campoamor fue decisivo para que se aprobase el voto femenino. "Penso que Castroverde débelle unha homenaxe á súa figura", afirma Vilabella. En sus pesquisas accedió a la partida de nacimiento de Cordero y aclaró un error existente en la fecha.

Este veterano investigador asegura que Castroverde "non está valorado como se debe desde o punto de vista histórico" como lugar por donde discurrió la Vía Romana XIX o el Camino de Santiago. Lamenta también el pésimo estado de conservación de la fortaleza. Este erudito transmitió el cariño por su lugar de nacimiento a sus dos hijos. Uno de ellos, Pedro Paulo, que es arquitecto de profesión, hizo un estudio sobre la torre, "o que nos brindou a oportunidade de ver o seu interior".

Aunque vivió fuera toda su vida y ahora sólo acude a Castroverde cuando lo traen sus vástagos desde A Coruña, pues ya no conduce, Gómez Vilabella se siente "castroverdés ata a médula". En su finca de Merlán se dedicó a su otra pasión, la botánica. Plantó una gran variedad de árboles y más de 500 castaños. Además, construyó un refugio en el pedregal de la carballeira donde se pasaba la noche su padre, perseguido por los franquistas durante la Guerra Civil. Esta finca, creada con terrenos heredados y otros comprados, es un motivo de orgullo para él. La bautizó como As Anduriñas por esas aves migratorias que viajan a África "pero sempre regresan ao niño" como el propio Vilabella. "Quero que leven ao meu recuncho natal as miñas cinzas e as da miña dona", dice este hombre lleno de vitalidad, que aún revisa y corrije sus textos digitales.

EN EL BLOG. Gómez Vilabella cuenta con 146 trabajos publicados en su blog, al que subió 18 de sus libros. Uno de ellos es Operación cuñada, en el que narra en tono de humor la sociología de la posguerra, cuando los militares llevaban a sus cuñadas a África para casarlas con jóvenes alféreces que acudían a las guerras surgidas en las antiguas posesiones españolas en busca de rápidos ascensos.

DISTINCIÓN. Amigos do Patrimonio de Castroverde le concedió a Xosé María Gómez Vilabella la distinción de socio de honor por su prolífica labor como estudioso de la historia local.

Comentarios