Memorias del efecto maragato

El libro 'Rábade comercial', de Manuel Lage, repasa la evolución de un municipio que creció como nudo de comunicaciones y fue uno de los más industriales de Lugo en los años 40 y 50
El botero Atanasio Castro, bisabuelo del autor, con su esposa y su hija. EP
photo_camera El botero Atanasio Castro, bisabuelo del autor, con su esposa y su hija. EP

El libro Rábade comercial: calzada, camino y vía, que se presenta hoy en la localidad, repasa la evolución del comercio desde principios del siglo XX, tras la implantación del ferrocarril, aunque no faltan alusiones históricas anteriores sobre la importancia del comercio de los arrieros maragatos. Su autor, Manuel Lage Marco, destaca en el subtítulo de su obra la importancia del municipio "por donde pasó una antigua calzada romana, el Camino Real que dio paso a la N-6 entre Lugo y A Coruña y la vía férrea entre ambas ciudades. La actividad generada por la importancia del pueblo como nudo de comunicaciones era notable. La contribución del transporte resultó esencial para la economía local".

Manuel Lage, hermano del actual propietario de Almacenes Lage, conoce ese devenir comercial a través de su familia. Su bisabuelo Atanasio Castro abrió un comercio como botero de vino en 1902 y su padre fundó Almacenes Lage en 1939. "Desde Atanasio Castro hasta hoy, sin solución de continuidad en el negocio -de la botería a la alimentación y cervezas-, Almacenes Lage cumple ya 120 años. Si contamos desde el inicio de mi padre, Manuel Lage Díaz, serían 83 años. En cualquier caso es el negocio en activo más antiguo de Rábade", indica.

Aunque no siguió en el negocio de la familia, el escritor se pasó la vida entre camiones y coches por su profesión de ingeniero industrial, en la que se inició en la antigua Barreiros, sobre la que está terminado un libro. Publicó otras obras sobre marcas españolas de prestigio, como Hispano Suiza y Pegaso.

Manuel Lage Marco. EP
Manuel Lage Marco. EP

PROYECTO. Esta experiencia como escritor y el hallazgo de documentos en casa de sus abuelos maternos sobre la historia del negocio iniciado por Atanasio Castro le dio la idea de acometer el proyecto. Primero pensó en centrar la obra en el establecimiento famliar, pero el alcalde rabadense, Francisco Fernández Montes, le animó a ampliar el libro al conjunto del comercio local, "por lo que amplíe la investigación documental, aunque entre los papeles de mi bisabuelo había facturas y papeles de otros negocios. Hice una historia global, utilizando a mi familia como hilo conductor", señala. Su bisabuelo era natural de una zona cercana a La Somoza, cuna de la maragatería, y se estableció en el municipio de la mano de la familia Nistal, de origen maragato.

El ferrocarril, que llegó a Rábade en 1875 con la apertura de la línea Lugo-A Coruña, supuso el final de los arrieros y el transporte en mulo desde Castilla, "pero muchos se establecieron en poblaciones con las que tenían relación como transportistas y Rábade fue una de ellas. Así llegaron los Nistal o los Ares", afirma Lage Marco. Muchos de los negocios estaban vinculados a la alimentación. "Los arrieros antaño traían cereales y vino de Castilla y llevaban salazones de pescado, e incluso aceite, ya que hubo una época en que Galicia era exportadora de este producto", comenta Manuel Lage.

Así se asentaron los cimientos de un municipio que , tras depender de Outeiro de Rei y de Begonte, se constituyó como Ayuntamiento en 1925. Su pujanza hizo que en los años 40 y 50 "Rábade fuese considerado como el municipio más comercial e industrial de la provincia", recalca el autor del libro, que se presenta este sábado en el centro sociocultural, a las 19.00 horas. Lage Marco estará acompañado en el acto por Pepe Coira y Ermitas Pernas. De forma paralela se inaugurará una exposición fotográfica y etnográfica de la historia rabadense.

LA FERIA. La obra, editada por el Concello, incluye muchas ilustraciones, "como los encabezados de las facturas de distintos negocios, que eran muy artísticas", dice Manuel Lage. Como trabajo histórico se habla también de la importancia de las ferias del 2 y del 22. "El manuscrito del acta de concesión figura en el libro y precisa que se eligieron esas fechas para que las jornadas feriales no coincidiesen con las de Castro y Parga", concreta Lage. No falta tampoco espacios dedicado a algunas referencias de viajeros extranjeros que pasaron por Rábade, documentos de la República y la Guerra Civil, así como un capítulo dedicado a recuerdos de la juventud del autor, hasta el año 1968, avalados por noticias publicadas en El Progreso.

La vida ahora es distinta. El ramal de la estación, como se llama a la calle Gabriela Nieto, concentraba la mayor parte de los negocios. "La pérdida de actividad en esta zona es evidente, aunque la venta de casas es un buen augurio. Ahora se depende más del polígono empresarial y de industrias como Finsa que del comercio, pero veo actividad y tengo buenas sensaciones", asegura Manuel Lage Marco.

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