Casi cuatro meses después de que su cadáver fuera encontrado en su casa de la parroquia de Vilafiz, en Friol, los restos del pintor Labajjo Grandío recibirán por fin sepultura este miércoles, en una ceremonia que se celebrará en la intimidad familiar en el cementerio lucense de San Froilán.
Alfredo Labajjo Grandío, de 80 años, vivía en condiciones de extrema soledad en Vilafiz, donde su cadáver fue encontrado el pasado 7 de octubre en la finca en la que vivía, a la entrada de su casa. Las alimañas habían devorado gran parte de su cuerpo, que se supone que llevaba a la intemperie en el monte alrededor de quince días.
Las condiciones en las que se encontraba el cadáver hicieron muy difíciles su identificación y el caso fue asumido por el juzgado, que en principio lo trató como una muerte violenta. Hasta ahora estaba a la espera de recibir los resultados de la autopsia que, por una lado, confirmaran la identidad de los restos y, por el otro, descartaran indicios de una muerte violenta con intervención de terceras personas. Por lo que parece, el juzgado ha recibido ya esos informes y ha dado permiso a la familia para que disponga de los restos del pintor y por fin pueda darles sepultura.
Labajjo Grandío fue uno de los pintores más personales e indómitos del último medio siglo en Lugo, un artista primitivista con una temática muy pegada a lo rural.
