Fallece el dueño de la popular panadería Piña de Portomarín

Alberto Pérez Vázquez no pudo superar las graves lesiones que se produjo al caer de una escalera desde una altura de cuatro metros
Panadería Piña de Portomarín. GOOGLE MAPS
photo_camera Panadería Piña de Portomarín. GOOGLE MAPS

Si Portomarín siempre destacó por su aguardiente y sus tartas, la villa se quedó ahora huérfana de uno de sus otros referentes gastronómicos, Alberto Pérez Vázquez, quien después de décadas al frente de panadería Piña consiguió hacer de sus empanadas, sobre todo de la de anguila, uno de esos platos imprescindibles en las mesas de muchas familias de la zona.

La panadería Piña es uno de esos negocios que van pasando de generación en generación no solo gracias al esfuerzo y dedicación de toda una familia, sino también a la capacidad de saber reinventarse y adaptarse a los tiempos, pero sin perder la esencia de la tradición y el gusto por el trabajo bien hecho.

Esas virtudes marcaban en buena medida el carácter de Alberto Pérez, que cogió las riendas del negocio cuando sus padres —Manuel Pérez Piña y Manuela Vázquez Vázquez— decidieron jubilarse hace ya unas décadas de la empresa que ellos mismos habían fundado en 1966.

Pero la panadería Piña era para Alberto mucho más que una forma de ganarse la vida. Este negocio fue su lugar de juegos y el de su hermano Fernando cuando eran niños. Pero también allí, siendo aún muy pequeño, fue donde empezó a forjar su personalidad responsable y con gran capacidad de trabajo. Y es que como recordaba en alguna ocasión, con solo cuatro años ya hacía de repartidor, llevando el pan a muchas familias, que más que clientes eran amigas.

Una vez al frente del negocio y con la implicación de su esposa, Margarita Vázquez Gay, del horno de la panadería Piña empezaron a salir otras exquisiteces como roscones, pasteles o tortas de almendras, que le aportaron una merecida fama como reposteros. Una tradición que parece que está asegurada, gracias a sus hijos Marco y Pablo.

Alberto Pérez, de 55 años, fue enterrado este sábado en la intimidad familiar. No pudo superar las graves heridas que se produjo el miércoles al caer de una escalera desde una altura de cuatro metros, cuando realizaba labores de mantenimiento en su establecimiento.