Fachadas de negocios, cuadros eléctricos y de aguas, cierres de fincas, maquinaria y varias marquesinas fueron algunos de los blancos de los vándalos, según indicó ayer el alcalde del municipio, José Pardo, que también señaló que los delincuentes rompieron faros de coches y causaron, además, daños en varios camiones.
La preocupación de los empresarios ante este reguero de actos delictivos también va en aumento, según indicó el regidor. Él mismo se encargó de comprobar los daños producidos y de denunciar los hechos ante la Guardia Civil, que los está investigando. Además, fueron varios los vecinos que se turnaron para vigilar la zona ante la oleada de ataques.
AFECTADOS. Un tanatorio del polígono fue una de las empresas afectadas. Este lugar ya había sufrido hace cuatro meses daños en la fachada debido al lanzamiento de una piedra. Sin embargo, el día 2 de enero se encontraron con el cuadro eléctrico y el de aguas totalmente destrozados. Esto provocó un cortocircuito que les dejó sin luz hasta las 16.00 horas, con el perjuicio que supone para una funeraria que tenía una cremación programada para ese día.
El mismo sábado los vándalos destrozaron otros cuadros eléctricos a plena luz del día. Varias empresas denunciaron los hechos con gran preocupación, ya que quedar sin luz significó para muchas dejar de disponer del sistema de alarma durante varias horas. Algunas trasladaron sus denuncias ante la Policía Nacional.
Sin embargo, si algo desconcierta a los empresarios es que los vándalos no actuaron para robar, sino que "destrozaron por destrozar". Así lo manifestó otro industrial a quien rompieron los focos y la instalación eléctrica de una pala cargadera.
Son varias las empresas que denuncian destrozos en faros de coches y camiones, así como en las lonas de estos vehículos. El ataque a cerca de 15 camiones estacionados en As Gándaras el día 1 de enero no hizo sino aumentar el miedo, pues los empresarios consideran el modus operandi semejante.
Además del polígono de Matela, el alcalde de Outeiro de Rei destaca que las parroquias circundantes también resultaron afectadas. En Folgueira, los vándalos rompieron un cierre de hormigón de una finca. En Toboi destrozaron otro cuadro de alumbrado público y uno de aguas y rompieron los cristales de varias marquesinas de la Diputación de Lugo. Además, algún vecino apunta que varios cierres de chalés de la zona también sufrieron desperfectos.
