Un cordero crecidito

Un ejemplar de Guntín pesó 7,5 kilos al nacer. Es el doble de lo normal en su raza, la suffolk, de más tamaño que la oveja común
El cordero, nacido el lunes en Ferreira de Pallares (Guntín), con su madre. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera El cordero, nacido el lunes en Ferreira de Pallares (Guntín), con su madre. VICTORIA RODRÍGUEZ

"É algo fóra de serie. Cando o lambeu a ovella xa me pareceu moi grande, pero ao pesalo xa o confirmei", relata con orgullo José Rodríguez tras sumar un nuevo integrante a la explotación de ovejas que atiende con su mujer, Luz Divina Carricoba, en la parroquia guntinesa de Ferreira de Pallares. Y qué ejemplar. Nada menos que un cordero de 7,5 kilos al nacer, duplicando el peso medio de otros ejemplares recién nacidos de su misma especie, la suffolk inglesa, que ya de por sí es de mayor tamaño que las ovejas comunes.

José, más conocido como Pepe de Carricoba, cuenta cómo transcurrió el parto, el pasado lunes a las nueve de la mañana: "Tivo bastantes complicacións para saír porque, ademais de ser tan grande, veu de cu. Teño experiencia quitándoos, pero este deume que facer", cuenta un hombre que siempre trata de estar presente en los partos de sus animales y que nunca antes había visto un cordero acabado de nacer tan grande.

Con su mujer, Pepe tiene diez ovejas y seis corderos en la finca aledaña a su casa, en el barrio de Matei, aunque "algunhas están por parir aínda, así que axiña aumentaremos a cifra". No obstante, están lejos de los 150 animales que llegaron a tener desde que regresaron en 1985 al barrio de Matei, tras estar emigrados durante años en Barcelona.

En este caso, el cordero nació con las patas delanteras dobladas, un defecto provocado, en principio, por su gran tamaño y que sus propietarios esperan que se resuelva en unos días. "Xa naceron máis así e axudándolles un pouco puxéronselles ben as patas", explica Pepe, quien añade que la cría y su madre no necesitan ningún cuidado especial pese a lo difícil del parto. "Só hai que abrirlles a porta", indica este guntinés que hace años se aventuró con la raza Suffolk "cando non a había por ningún lado".

"Compreilla a un señor de Touro e daquela sacábanchos das mans, vendíanse años a 300 euros", recuerda, precios que desde entonces no se han vuelto a repetir al extenderse esta raza por toda Galicia. "Os años de seis quilos véndelos a 80 euros nas épocas de máis tirón, agosto, setembro e decembro; e o resto do ano vendes algúns de máis de dez quilos a 50 euros", detalla, confiando en que el futuro de la cría más grande jamás vista por Pepe y su mujer sea "vendelo para ser pai".

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