El Concello de O Corgo ha anunciado la compra de los terrenos en los que se ubica el castro de Castrillón y su carballeira a sus antiguos propietarios, una familia natural del municipio que reside en Madrid, con el objetivo de destinarlos a uso público y para celebraciones, como las fiestas de San Bernabé.
Se salda así una vieja demanda de los vecinos de esta parroquia corguesa, tal y como apunta el alcalde, Felipe Labrada, al tiempo que destaca la privilegiada situación de los terrenos, en el entorno de la Vía Künig.
La administración local adquiere de este modo una finca de 18.000 metros cuadrados, a la que destinó un total de 32.000 euros procedentes de las arcas municipales y para los que se solicitó una modificación de crédito, y culmina un proceso que comenzaba ya en la anterior legislatura, cuando el BNG presentaba una moción para que los terrenos ocupados por la croa del castro pasaran a ser de titularidad pública. En aquel momento la propuesta fue aprobada por unanimidad "e agora vese cumprida", añade Labrada.
Este enclave de gran valor histórico y artístico, por el buen estado de conservación que presentan las murallas que rodean el recinto, es además lugar de peregrinación. Numerosos fieles asisten a a la capilla de San Bernabé, ubicada en los propios terrenos, a la romería que se cele-bra el fin de semana más próximo al 11 de julio, a excepción del pasado año y este a causa de la crisis sanitaria, que impide la realización de actos con normalidad.
Así mismo, desde el Ayuntamiento de O Corgo esperan aprovechar el tirón del Año Santo para acabar de relanzar la Vía Künig —la variante del Camino Francés que pasa muy cerca del castro— y, con ella, la carballeira de Castrillón. De hecho, la primera ruta a pie que se hizo por esta vía, organizada por el colectivo Pegadas do Künig, partió de Baralla y tenía su punto y final en este castro.
El objetivo, remarca el regidor corgués, no es otro que atraer más visitantes al concello, por el que también pasa la Vía XIX —la calzada romana que unía Astorga con Lugo—, próxima al yacimiento, así como la carretera Nacional VI y la autovía A-6, tal y como recuerda Felipe Labrada.
