La Diputación concluyó el arreglo del tramo de la carretera provincial LU-P-4902, que recientemente fue destrozado con maquinaria pesada. Sin embargo, la finalización de la obra no satisface a los usuarios de esta vía de Portomarín, que une el Alto do Valiño y Valdeporrás, por Vilaxuste. Estas personas se quejan de que la mejora del firme solo se realizó en el tramo de unos 100 metros que resultó destrozado por la acción vandálica, mientras que las demás partes de la vía siguen en muy mal estado, con continuos y profundos baches.
Los usuarios también se quejan de que después de realizarse las obras se retiraran las señales de precaución que había en la vía y que, precisamente, alertaban del mal estado del firme.
Este vial, que sirve de enlace con la N-540 que va de Lugo a Ourense, apareció destrozado el pasado 14 de julio a la altura del kilómetro 2,5, en el lugar de Castrolázaro. La Diputación, titular de la vía, valoró estos daños en 90.000 euros y, aunque puso denuncia ante la Guardia Civil, ya finalizó la reparación del tramo. Los vecinos, sin embargo, no entienden que no se haya aprovechado la presencia de las máquinas para reparar toda la carretera.
Desde la Diputación aseguran, por su parte, que la mejora integral de esta vía está incluida en el plan provincial de conservación y mantenimiento de carreteras, cuyas actuaciones se establecen según criterios técnicos.
Por ello, aseguran que la reparación se realizará en su momento. Además, ante la posibilidad de que el destrozo lo produjera algún vecino para mostrar su descontento por el pésimo estado de la vía, dicen que no responderán a presiones de chantaje de este tipo.
