El 7 de enero, como nos habían prometido, vio la luz el último producto que aspira a competir con Google en su terreno: El buscador Wikia. Viene avalado por el creador de la Wikipedia, Jimmy Wales que no dudó en aplicar nuevamente su estilo: Conocimiento para todos, comunidad activa, moderación y vigilancia.
El resultado es un mecanismo de búsqueda que depende de la interacción de los usuarios. Si la comunidad valora un resultado, este subirá hacia los primeros resultados de la lista.
Este sistema evita los resultados no deseados presentes en otros buscadores, como Google, en los que la popularidad de un sitio web se mide pols páginas externas que lo enlazan. Este mecanismo se vuelve a veces contra lo propio sistema, con 'hacks' como los famosos google bombs. Si muchos sitios se ponen de acuerdo en asociar una palabra con una dirección web, las búsquedas podrían llegar a resultados pintorescos, como que la pesquisa de 'Linux' devolviese la web de Microsoft, o la búsqueda de la palabra 'ladrones' acabase en la página de una conocida "entidad sin ánimo de lucro".
Sin comunidad
Aunque ya está abierto al público, al sistema le falta algo fundamental. La comunidad. Sus creadores lo reconocen: "somos conscientes de la baja calidad de los resultados de las búsquedas". Hasta que un número aceptable de voluntarios colaboren, pueden pasar semanas, siendo optimistas. De hecho, Walles afirma que comenzarán a ser competencia para Google en unos 3 años.
Desde Wikia confían que el boca a boca y el efecto ola arrastren cada vez a más colaboradores y visitantes. Como principal aliciente, ofrecen una transparencia absoluta en los mecanismos de búsqueda: los usuarios conocen el algoritmo, porque son ellos mismos.
En contra, tienen la saturación que empiezan a padecer los servicios web. Cada vez hay más lugares en los que colaborar, y aunque los usuarios se muestren más activos, los esfuerzos se diluyen en un mundo de posibilidades, entre myspaces, facebooks, wikipedia y sus casi infinitos clones. Wikia tiene muchas papeletas para convertirse en 'sólo un servicio mas'.
Buscadores en la era post-google
El líder de los buscadores tampoco se queda parado en su particular lucha con la Wikipedia. Si los creadores de la enciclopedia patrocinan un buscador, los de Mountain View le dan los últimos retoques a una enciclopedia colaborativa, hecha por sus usuarios, y que permitirá que los autores de artículos lleven una parte de las ganancias que generen los anuncios de ad-Sense insertados en cada página.
Después de que Google les quitase las castañas del fuego a los dominadores de la primera época de internet (es decir, Altavista, Yahoo y AOL, mayormente), muchos buscadores intentaron a su vez llegar a lo más alto de la confianza de los usuarios. Algunos usaron mismas herramientas que Google: simplicidad, rapidez y un buen algoritmo. Otros pretendieron cubrir un hueco al que no había llegado el omnipresente buscador de los colorines.
Nombres como Exalead, el buscador europeo, o Noxtrum, el invento de Telefónica, aún continúan su aventura, con un pequeño número de usuarios. También quedó en el camino Clusty, con un algoritmo que trataba de dividir los resultados en categorías, o Brainboost, que reconocía preguntas hechas en lenguaje 'natural', y acabó siendo comprado por Answers.com. Más cerca de la idea de Wikia está Mahalo, que paga a sus usuarios en función de la calidad de sus aportacións.
