Rubén Nogueiras, un científico obsesionado con reducir la obesidad

Este doctor vigués está estudiando unas celulas–tanicitos– que pueden contribuir a la pérdida de peso
Rubén Nogueiras. EFE
photo_camera Rubén Nogueiras. EFE

El investigador y profesor de la Universidad de Santiago (USC) Rubén Nogueiras lleva años obsesionado por descubrir cómo interaccionan el sistema nervioso y los órganos periféricos para conseguir, mediante fármacos, regular el balance energético y la grasa corporal y evitar así "la otra pandemia del siglo XXI": la obesidad. 

El equipo de Nogueiras –Vigo, 1977– acaba de ser premiado por la Fundación Jesús Serra en la tercera edición de los Premios a la Investigación, un nuevo reconocimiento que se suma a una larga lista que el investigador ha obtenido en los últimos años. 

Con más 210 publicaciones científicas en revistas de alto impacto, Nogueiras ha sido galardonado en los últimos años con European Journal of Endocrinology Award que otorga la Sociedad Europea de Endocrinología, además del Premio Joven Investigador de Ciencias Básicas de la Asociación Europea para el Estudio de la Obesidad (EASO) o el Premio de la Revista de Endocrinología Molecular, entre otros. 

Además de reconocimiento al trabajo que "todo el grupo ha realizado en los últimos años", para Nogueiras los premios suponen, sobre todo "un fuerte impulso" a los proyectos a desarrollar en un futuro, una "recompensa" que permite seguir apostando por la investigación. 

Nogueiras coordina en el Centro Singular de Investigación en Medicina Molecular y Enfermedades Crónicas (CiMUS) de Santiago de Compostela el grupo de Metabolismo Molecular, centrado en el estudio de los mecanismos moleculares implicados en la obesidad y sus enfermedades asociadas, como la diabetes de tipo dos y la enfermedad del hígado graso no alcohólico. 

Su último proyecto Role of Tanycytes in Nutrient Sensing –El papel de los tanicitos en la detección de nutrientes–, pretende descubrir qué mecanismos están implicados en la interacción entre el sistema nervioso central y los órganos periféricos para así regular el balance energético y la grasa corporal. 

En su estudio Nogueiras quiere averiguar cómo funcionan los tanicitos, unas células que se encuentran en la base del cerebro y que podrían ser la clave para tratar enfermedades como la obesidad. 

"A nosotros nos han resultado muy atractivos, porque hablando de esa comunicación entre cerebro y periferia, estos tanicitos lo que hacen es actuar como compuertas, es decir, son los que van a permitir la entrada o no de ciertas sustancias entre el torrente sanguíneo y el cerebro", ha explicado Nogueiras en una entrevista con Efe. 

Según afirma el investigador, los metabolitos, hormonas y nutrientes que circulan en la sangre "llegan a las neuronas del cerebro atravesando la llamada barrera hematoencefálica, que es muy impermeable" por lo que "solo unas pocas moléculas pueden atravesarla" y "los tanicitos son una alternativa a esa barrera en hematoencefálica, porque son más permisibles a la entrada de sustancias". 

Aunque aún se trata de un proyecto básico, Nogueiras considera que sería posible "manipular determinados mecanismos en esos tanicitos para poder alterar la comunicación entre el cerebro y la periferia", y así "engañar al cerebro sobre el estado nutricional del organismo", de modo que "se puedan encontrar genes sobre los que actuar para favorecer la pérdida de peso en una situación de obesidad". 

Para Nogueiras los tanicitos "han permanecido en gran medida desconocidos porque solo hay unos pocos miles en comparación con los millones y millones de neuronas, por lo que históricamente todos los grupos se han dedicado a investigar el papel de las neuronas". 

Sin embargo, dadas sus características, Nogueiras propone actuar sobre ellos a través de un fármaco y así tratar la obesidad, la otra pandemia del siglo XXI. 

"Las palabra pandemia la llevamos usando mucho el último año y medio, pero la gente que trabajamos en obesidad llevamos hablando de pandemia desde hace ya bastante tiempo", asegura Nogueiras, que considera además que ya no es una enfermedad que solo tienen poblaciones en países industrializados o desarrollados. 

Además, apunta a que es una enfermedad que tiene muchas enfermedades asociadas, que son las realmente peligrosas, como la diabetes tipo dos o la enfermedad del hígado graso no alcohólico. 

Nogueiras asegura que es fundamental conocer la relación entre cerebro y órganos periféricos porque es el cerebro el que va a regular cuánta energía entra y cuánta energía sale, el control de la llamada "homeostasis energética". 

El experto considera que además de hábitos de vida saludables, las única forma realmente eficaz de reducir la obesidad en la actualidad es la cirugía bariátrica, "eliminar un trozo de estómago o de intestino para evitar la digestión o la absorción de nutrientes". 

En relación a los fármacos, Nogueiras explica que hasta ahora "solo hay cuatro o cinco fármacos aprobados para el tratamiento de la obesidad", con "una eficacia limitada y unos efectos secundarios significativamente altos en muchos pacientes". 

Y es que la obesidad es una enfermedad "multifactorial", que no se debe a la mutación o a la alteración de un gen, o una proteína o una molécula, sino a la alteración de muchísimos factores a la vez, por lo que es "muy difícil encontrar un tratamiento eficaz" al tener que actuar "sobre varias dianas a la vez". 

Aunque el proyecto de Nogueiras de momento solo pretende generar datos para conocer cómo funcionan estos tanicitos y describir posibles mecanismos interesantes sobre los cuales actuar para reducir el peso, en varios años podría ser la clave para acabar con una enfermedad que afecta a casi dos mil millones de personas en todo el mundo. 

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