''Las reducciones de estómago colapsan los hospitales gallegos''

Casanueva ha sido galardonado por la Asociación de Médicos Gallegos.
photo_camera Casanueva ha sido galardonado por la Asociación de Médicos Gallegos.

Tras doce años al frente de la Unidad Asistencial de Desórdenes Alimentarios del Complexo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS), la experiencia del doctor Felipe Casanueva ha contribuido al reconocimiento mundial de la Endocrinología gallega.

Siendo uno de los autores europeos más citados en esta especialidad, Casanueva recoge hoy uno de los mayores reconocimientos a la carrera médica en Galicia, el XIII Premio Novoa Santos, que otorga la Asociación de Médicos Galegos (Asomega).

Madrileño de origen, el doctor alerta de la preocupante evolución en la comunidad de la “epidemia del siglo XXI”, la obesidad. A la espera de que se obtengan resultados concluyentes, una de las líneas de investigación más prometedoras radica en las bacterias intestinales.

Pregunta: A la vista de los especialistas premiados anteriormente por Asomega, el galardón es digno de orgullo.

Respuesta: Es un gran honor, pues es un premio que ha adquirido un altísimo prestigio a nivel nacional. Además, los profesionales que lo otorgan son una importante representación de la medicina gallega, que trabajan, en muchos casos, fuera de la comunidad. El tercer componente que me honra es la lista de personalidades que han recibido el galardón anteriormente, muchos de los cuales han sido para mi un modelo a imitar en mi carrera.

'Ningún trabajo científico es individual'
P: En gran medida, también constituye un reconocimiento para la USC.

R: Ningún trabajo científico es individual. Fue el decano de la facultad de Medicina, el profesor José María Fraga, quien me propuso, lo que es una fuente de placer para mi. Lo interpreto como un premio colectivo para mi grupo. Es una contribución al prestigio de la Facultad de Medicina y al de la Universidade de Santiago .

P: La illa da Toxa reúne esta semana a unos 200 especialistas en Endocrinología, ¿qué temas centran el debate?

R: En este simposio internacional nos reunimos todos los grupos que investigamos en el CIBERobn de Obesidad y Nutrición, que es una especie de instituto sin paredes. De los nueve equipos que ha creado el Instituto Carlos III en toda España el único que tiene la dirección científica en Galicia es el de Santiago, que presido.

Es una cita muy dinámica de la que están saliendo nuevas ideas en las que trabajaremos los próximos meses para tratar de entender mejor la obesidad y de atajarla.

Líneas de investigación
P: ¿Qué líneas de investigación se postulan como las más prometedoras?

R: Las más originales son el análisis genómico de los problemas de sobrepeso, aplicando nuevas técnicas que permiten analizar 150.000 genes en un experimento con tecnologías modernas. Éstas están demostrando que hay algunas partículas más involucradas que otras en el desarrollo de la obesidad. Pero sin duda lo más novedoso es una línea que desarrollamos sobre microbios del tracto intestinal.

P: Además de tener un componente hereditario, ¿los microorganismos también podrían tener parte de la culpa en el desarrollo del sobrepeso?

R: Observamos que ratas de laboratorio obesas tienen distintos microbios en el intestino que son diferentes de los de las ratas delgadas. Si se esteriliza el intestino de los animales con peso normal y se les coloca microbios de los obesos, acaban engordando.

Tenemos miles de millones de bacterias en el intestino, de manera que las alteraciones en su metabolismo y en el uso de nutrientes por parte de estas partículas podría ser relevante. De todas formas, es una hipótesis que debe ser demostrada también en humanos. La medicina debe avanzar siempre sobre seguro.

El problema del sobrepeso
P: ¿La obesidad va camino de convertirse en pandemia?

R: Se está transmitiendo con el patrón de una infección, la Organización Mundial de la Salud la ha definido como la moderna epidemia, parece que es un contagio.

P: El sobrepeso afecta ya a un 60% de la población gallega, ¿su evolución podría derivar en el colapso de la atención sanitaria pública?

R: El futuro es problemático para un sistema como el español, que es una prestación universal en la que los servicios públicos asumen todo el coste. La obesidad tiene el problema de que se asocia con un incremento de la mortalidad por accidentes cardiacos, además de derivar en diabetes mellitus de tipo II, que es peligrosa y costosa para la Sanidad.

P: ¿Cuál es el nivel de demanda para operaciones de reducción de estómago?

R: Todos los hospitales que practican cirugía bariátrica en Galicia están saturados. La lista de espera es larga, porque los servicios no dan abasto para asumir tantas intervenciones. En Estados Unidos se practican unas 100.000 intervenciones al año, en Galicia son unas 100, y no damos abasto. Posiblemente se requeriría poner más cirujanos para atender este problema.

P: ¿Qué centros gallegos practican esta operación?

R: Se realiza en el Hospital de A Coruña, en el Provincial de Santiago, en Vigo y en Pontevedra. Los resultados son espectaculares, es la única solución para los casos de obesidad mórbida.

P: ¿Se impone la creación de unidades específicas para paliar este problema?

R: Hemos propuesto crear una unidad para tratar las obesidades más complicadas en el CHUS, pero todo depende de las necesidades a cubrir en la red sanitaria. Nosotros tenemos una ventaja que nos viene dada porque somos un equipo multidisciplinar, en el que trabajan psiquatras, psicólogos, nutricionistas y endocrinólogos. Sólo un abordaje de este tipo permite resolver este problema.

Los milagros de las dietas
P: Para evitar recurrir a soluciones tan radicales, ¿debería fomentarse la diete atlántica?

R: La dieta atlántica, al igual que la mediterránea, promete tener una alta eficacia, porque se basa en la verdura y la fruta. Pero todas las dietas tienen que ser racionales en cuanto a cantidad. Las prisas propiciaron el abandono de la cocina tradicional.

Hoy hay niños que llegan a la adolescencia sin probar una verdura, porque dicen que no les gusta y los padres le dejan. Es un problema de educación muy grave. Hay que volver a la dieta de cuchara de nuestras abuelas, tomando sopas, garbanzos y lentejas con moderación e incrementando el ejercicio físico.

P: En los últimos años la obesidad ha dejado en un segundo plano informativo a la anorexia, ¿cuál es la situación de este trastorno en los servicios sanitarios gallegos?

R: La aparición de anorexia está estabilizada. Desde nuestra unidad en Santiago, que es referencia para Galicia para desórdenes alimentarios, tenemos a 1.500 pacientes bajo tratamiento, lo que supone una cifra muy alta.

Los dispositivos que tenemos para tratarla han crecido bastante en los últimos tiempos y dan respuesta a las necesidades. En obesidad, todo ha evolucionado tanto en los últimos tiempos que no damos respuesta al problema.

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