Chrome y el futuro que Google quiere para la Red

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Google quiso entrar a lo grande en la guerra de navegadores para competir contra Explorer, Firefox, Opera y Safari y, de momento, la respuesta es más que aceptable. Google Chrome muestra una eficiencia sorprendente para ser una versión beta, aún, muy primaria (versión 0.2).

Aunque está a años luz de Firefox en cuanto a personalización y tampoco tiene el empaque y la solidez de Opera, sí se intuye la llegada de un grande al sector, que puede acabar plantando cara al todopoderoso Explorer de Microsoft. De momento, Google ya le reserva un lugar preferente en su portada, todo un honor para un recién llegado al imperio del buscador.

Características interesantes
Disculpando los fallos típicos de versión que tendrán que ir subsanándose con las próximas revisiones -cuelgues inoportunos, manejo dudoso de páginas con flash, lector de feeds integrado...- muestra una interfaz simplona, pero muy limpia, donde todo parece estar a mano.

La página de inicio, similar a la de Opera, muestra miniaturas de páginas que se va actualizando en función de nuestras páginas más visitadas. La barra de direcciones -conocida como omnibox- unifica la barra de direcciones con la búsquedas, por lo que al escribir combina un potente historial de búsquedas y sugerencias de resultados.

Tiene una alta velocidad, especialmente en lo referente a Javascript, como puede comprobarse en servicios como Gmail.

Cada una de las pestañas (Ctrl+T) se ejecuta individualmente, lo que permite que si una se cuelga no afecte al comportamiento del resto. Un gran punto a su favor, aunque hay que reconocer que esta beta se muestra 'golosa' en cuanto al rendimiento de memoria Ram.

De momento sólo está disponible la versión para Windows aunque ya están en camino para Linux y Mac OS X.

El camino a seguir, según Google

Después de conseguir la supremacía en búsquedas y publicidad online y de hacerse con muchas de las llaves de la web moderna -Youtube, Google Maps, Gmail, Blogger...- Google amenaza ahora el último gran dominio de Microsoft en Internet: su llave.

El navegador es de momento monopolio de Microsoft, pese a la solidez de alternativas como Firefox o Opera. Explorer posee el 72% del mercado, por el 20% de Firefox y el 6% de Safari.

La guerra de navegadores no es una cuestión menor. Pese a que todos los grandes rivales de este mercado son gratuitos, los exploradores web marcan el camino a seguir por los contenidos. Durante años, la evolución de Internet estuvo restringida debido a la escasa evolución de Internet Explorer 6.

La aparición de navegadores como Firefox o Opera, más completos, permitieron popularizar nuevos tipos de contenidos -RSS, multimedia...- y hábitos de navegación más intuitivos -pestañas, favoritos, respesto de estándares-. Aunque estas alternativas tienen una presencia minoritaria, obligaron a Microsoft  a despertar e incorporarlas.

Ahora Google quiere marcar con Chrome el camino a seguir, el que más le conviene, que pasa por una transición entre los sistemas operativos clásicos y un mayor uso de aplicaciones web, donde aspira a ser formar un imperio gracias a sus múltiples tentáculos.

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