Segundo Moreno Barcia

Moreno Barcia, un estatuto gallego a toda velocidad

El ribadense muere hace 111 años después de una vida dedicada al republicanismo federal

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El Progreso 10/05/2020
 

SU NOTA NECROLÓGICA en El Progreso califica a Segundo Moreno Barcia (Ribadeo, 1841), de “prestigioso republicano”, y es que el hombre hace méritos en ese sentido.

Se acaba abril de 1909 y el diario de Lugo es un recién nacido de apenas ocho meses. Su militancia liberal le obliga a decir que políticamente está muy lejos del difunto, pero que aún así lo respeta y pondera para hacer justicia a sus “excepcionales condiciones”.

Era hijo de Segundo Moreno Torres, un riojano que morirá en Barcelona, y de la ribadense Francisca Barcia. Estudia Náutica y Comercio, hace cátedras e imparte aulas en los institutos de Lugo y A Coruña, donde será director de la Escuela de Náutica y Comercio. También preside la Asociación de Profesores y Peritos Mercantiles.

La Gloriosa, o revolución setembrina de 1868, que daría con el destierro de Isabel II, tuvo en Moreno Barcia un eficaz propagandista, pues extiende sus motivaciones en mítines que se celebran en toda la provincia lucense bajo las constantes de democracia y libertad.

Al triunfar, forma parte de la Junta revolucionaria de Ribadeo presidida por el abogado Andrés de la Cavallería, y después es nombrado secretario del Gobierno Civil de Lugo, todo ello antes de concluir cátedras e iniciar su actividad docente. 

En el ámbito de la prensa, el año 1866 funda y dirige en Ribadeo el periódico La Cuenca del Eo, de corta vida, que dirigirá también Benigno Pico Bermiés. Y en 1868 escribe en El Ciudadano, semanario del Comité Republicano Federal de Ribadeo, también en compañía de De la Cavallería.    

Asimismo forma parte de tribunales de oposición a cátedras y participa en el congreso internacional de Comercio en París. 

Con la I República es  elegido diputado en Ribadeo y dicen las crónicas que su voz y su paso por el Parlamento deja huella entre sus correligionarios, sus adversarios y la prensa, como cuando pregunta al ministro de la Gobernación sobre la detención de un ingeniero alemán en Zamora y el ministro le responde que le informe en el despacho, porque no tiene ni idea del hecho. Galicia y los problemas de la enseñanza fueron sus temas más constantes.

Aún así, en determinado momento acusa a Madrid de nutrirse de la sangre de las otras provincias y se lleva el mayor revolcón de su carrera política.

En el golpe del general Pavía, el 3 de enero de 1874, se le recuerda como uno de los diputados más enérgicos en la defensa de la legalidad y uno de los que votan en contra de Castelar, en consonancia con la moción de censura presentada por Pi y Margal, Figueras y Salmerón, que el general trata de enmendar.

Con la Restauración, Segundo Moreno lidera el Partido Republicano Federal en Galicia, reorganizándolo en Lugo. En mayo de 1883, a través de su Consejo Ejecutivo, redacta un proyecto de Constitución para el futuro estado galaico. Lo hace en colaboración con Santiago Casares Paz, terminándolo en 37 horas de trabajo a lo largo de cinco días para poder presentarlo el día 24 de ese mismo mes en la Asamblea Federal de Zaragoza. 

También participa en la segunda asamblea federal gallega, celebrada en Lugo del 2 al 7 de julio de 1887, junto con Pérez Costales, Mosquera Lequerica, Tapia Segade, Faustino de Orantes, Castro López, Leiras Pulpeiro, Manuel Amor Meilán, Casares Paz y Aureliano José Pereira de la Riva.

Es amigo, confidente y consejero de Pi y Margall y Salmerón, que lo aprecian como hombre de cabeza bien amueblada. Fue miembro de la masonería con el nombre de hermano Manín de la Gran Logia Regional Galaica.

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