Ramón Pernas López

Ramón Pernas, hijo de Viveiro y padre de Vilaponte 

De la música a la poesía y del periodismo a la novela, pasando por la historia del circo en España

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El Progreso 20/04/2021

CREO QUE TODAVÍA no le he contado nunca a Milagros Frías que dormí varias semanas en la misma cama que su marido, Ramón Pernas López (Viveiro, 1952). Cuando lo haga añadiré que en realidad se trataba de una litera de tres alturas y que apenas teníamos intimidad porque nos rodeaban otros seis mil reclutas haciendo el servicio militar en San Gregorio, al lado de Zaragoza.
Estábamos en 1976 y éramos los más añosos de la compañía, con la carrera acabada, pero sin la mili resuelta.

Desde una década antes Ramón ya estaba metido en todas las danzas de Viveiro. Fue organizador de la cabalgata de Reyes y el más joven miembro de la Comisión de Fiestas. Fue constructor de castillos en la arena, poeta y cantante.

De raza le viene al galgo, porque la saga de los Pernas tiene mucho que ver con el Viveiro moderno y su transformación en enclave turístico de primer orden.

En 1968, con solo 16 años y siendo alumno de Sexto, se destapa como miembro de la “nova canción” a través del trío Os nenos tristes, que forma con Xoán Ramudo y Ramón Troitiño, aunque a veces la sociedad se reduce a dúo. Actúan con Os Pons, Juan y Ramón, Zacanoca, el rey del acordeón; María del Carmen Pardiño, triunfadora del Festival del Landro, Canana, el rey del tango; Los HB, Os Mais y The Stukas, entre otros. Y no solo en Viveiro. Un incipiente festival de Pontedeume, Lugo, Mondoñedo y Ribadeo también son escenarios de sus “canciones con mensaje”, dos de las cuales, Os caciques y Solo, interesan a Edigsa, el sello que graba a los gallegos.

Ramón, que ya es estudiante de Periodismo en Madrid, sigue con la poesía, aunque haya dejado la música y por eso en 1974 gana el tercer premio de la Xusta de Xograres de Vilagarcía, copada ese año por  lucenses, desde Xavier Rodríguez Barrio y Fiz Vergara Vilariño, los dos primeros premios, a Darío Xohán Cabana que, cosa rara, sólo se lleva un accésit.

Pronto se va a pasar a la prosa, no solo como periodista en las páginas de Tiempo, Interviú,  Cuadernos del Norte, a través de la agencia OTR, o en las revistas Nueva Empresa y Actual, que dirige; sino también como como guionista de Si yo fuera presidente, el programa de García Tola en TvE.

Durante once años es director editorial de Espasa Calpe, donde antes había publicado un libro muy bonito y muy recordado, Cien años de circo en España, que firma al alimón con José Mario Armero.

Entonces es cuando comienza a publicar las novelas por las que hoy en más conocido.  Si tú me dices ven (1996), El pabellón azul (1998) y Paso a dos, que merece el Premio Ateneo de Sevilla y es es finalista del Premio Nacional de Literatura.

Su Paso a dos la define como “Una deuda saldada con las conversaciones susurradas que escuché cuando niño acompañaba a mi padre a las tabernas pueblerinas del invierno. Viveiro fue mi primera escuela literaria”.

Sí, porque en ellas nace Vilaponte, que es el trasunto literario de Viveiro, escenario lógico de muchas de sus historias, un lugar por donde a veces pasea Orson Welles y las gentes de Viveiro se preguntan extrañadas cuándo estuvo el orondo actor en la ciudad del Landro, y Ramón tiene que explicarse que en Viveiro no estuvo, pero en Vilaponte sí.

Otros títulos fueron Brumario (2000), Libro de actas (2003) y En la luz inmóvil (2011), así como la Trilogía de la ausencia, compuesta por Hotel Paradiso (Premio Azorín), El libro de los adioses y El libro de Jonás.

Dirige el Ámbito Cultural de El Corte Inglés y ha ganado, entre otros, el Puro Cora de periodismo. 
 

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