Pilar Vázquez Cuesta

Pilar Vázquez Cuesta, embajadora del portugués en España

La poeta y profesora de Chantada merece ser llamada la decana de esos estudios

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El Progreso 17/03/2022

ENSEÑABA PORTUGUÉS DESDE su cátedra de la Escuela Central de Comercio de Madrid, aunque muchos de sus alumnos le doblaban en edad. En su mayoría son andaluces que desean emigrar a Brasil para comerciar con naranjas y aceitunas.

Pilar Vázquez Cuesta (Chantada, 1926) los prepara en dos años para hablar perfectamente la lengua de Camôes, si bien lo más complicado para ella es que avancen en fonética. Luso con acento trianero.

Pilar vive sus cinco primeros años en Chantada. Su padre, Daniel Vázquez Campo, había sido en 1916 presidente de la sección masculina de las Juventudes Antonianas, cuando Dolores Gómez Ledo lo era de la femenina.

Después cambia de tercio y promueve la Asociación Republicana de Chantada. Consigue ser diputado constituyente con la llegada de la II República en 1931, que es cuando Pilar deja Galicia. Daniel pertenece a la ORGA, participa en la gestora de la Diputación lucense y llega a presidirla.

Su madre, Modesta Cuesta Gutiérrez, fue una de las primeras licenciadas en Farmacia por la Universidad de Santiago y su tía Luisa Cuesta era la bibliotecaria de esa Universidad cuando ella nace.

Se especializa en lengua y literatura portuguesas dentro de la Facultad de Filosofía y Letras, donde se licencia en 1946 con la tesis ‘El concepto del iberismo en los escritores portugueses del XIX’. 

Muy joven comienza a destacar como poeta y recibe tempranos homenajes al lado de Luz Pozo Garza, Pura Vázquez y Carmen Conde.

Pertenece al grupo que se reúne en torno a la revista Espadaña, cuyo ideario rinde pleitesía a Juan Ramón Jiménez y a Antonio Machado. También amplía estudios en Coimbra y viaja a Brasil y a varios países europeos.

Va a Coimbra con 20 años y allí conoce al poeta Miguel Torga. Tres años más tarde va a ser su traductora al castellano y la introductora en España del gran escritor portugués. Se trata del cuento ‘El Estrela y su mujer’, perteneciente al libro ‘Rua’. Desde entonces Pilar profesa rendida admiración por Torga.

En esa labor también son notables las traducciones de Fernando Namora, y otras muchas, menos extensas, de Pessoa, Eugénio de Andrade, Mário de Sá Carneiro, José Almada Negreiros, José Régio y Jorge de Sena, así como los brasileños Carlos Drummond de Andrade, Castro Alves, Raul Bopp, Jorge de Lima y Cláudio Murilo. 

También vuelca al castellano el tratado de economía ‘La gerencia y el personal de la empresa’, y la ‘Historia de la literatura brasileña’, de Osvaldo Orico; ‘Pequeña historia de la literatura brasileña’, de José Osório de Oliveira, y ‘Bandeirantes y pioneros (Paralelo entre dos culturas)’, de Vianna Moog.

Tras su etapa en la Escuela de Comercio, logra la cátedra de su especialidad en Salamanca (1976), y finalmente en Santiago (1982), donde será  profesora emérita y donde fallece el 6 de marzo de hace tres años, tras recibir la Medalla Castelao (1996) y ser doctora honoris causa por la Universidad de Lisboa.

Además de su labor como traductora y de  otros libros de su especialidad, como la Gramática portuguesa que publica en 1949 con María Albertina Mendez da Luz y  sobre poesía de aquel país, estudia la literatura de  Eduardo Pondal, Rosalía de Castro, Curros Enríquez, Cabanillas, Castelao, Otero Pedrayo, Blanco Amor, Seoane, Cunqueiro, Lamas Carvajal y otros.

Con destino a los lectores lusitanos escribe ‘O que um falante de português deve saber acerca do galego’ (2002).  

Todo ello hace que se la considere la “decana de los estudios portugueses en España”.

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