Pablo Fernández Castro

Fernández Castro, el pastor del viento

El ingeniero de Cospeito lidera a través de Norvento el sector de la energía eólica entre los grandes de España

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El Progreso 27/05/2020

SU PRIMER DESTINO le sirve para saber el camino que no quiere seguir. Entra en una gran empresa con una organización muy rígida y pesada. Sabe enseguida que aquello no le dejaría libertad para crear y crecer. “Mi sueño es otro”.

Siempre se ha dicho que de todas las experiencias se aprende y a veces es más rápido hacerlo con las negativas, como parece ser el caso de Pablo Fernández Castro (Cospeito, 1956), el hombre que hoy se codea con las grandes empresas de las energías alternativas y que ha puesto a Lugo en el mapa con proyectos innovadores de los que otros aprenden por ahí fuera.

A los siete años su familia se traslada a Lugo, donde Pablo va a solventar el trámite de la enseñanza media en los colegios de los HH. Maristas y de las Josefinas. Pero como a él le gusta reconocer, al lado tiene otros profesores y otro centro de enseñanza tan importantes o más que aquéllos, como son su familia y muy especialmente su padre, el ebanista Benigno Fernández, a cuyo lado se empapa de un modelo de trabajo tan despreciado hoy por los mediocres dirigentes actuales, el que está basado en el esfuerzo, la honestidad, el perfeccionismo y la exigencia.

En aquella entrega absoluta están las líneas maestras a seguir en cada área empresarial.

A todo ello hay que añadir la pasión con la que afronta sus proyectos. Quien le escuche hablar de ellos se dará cuenta desde el primer instante que sin ese elemento pasional es difícil llevarlos a cabo.

Cuando llega la hora de la universidad ya sabe que quiere ser ingeniero, pero duda la especialidad, aeronáutico o industrial. Entra en el ICAI y demuestra estar preparado para afrontar el nivel de exigencia del centro, el mayor de España. Como lo está su hermana Marta, ICADE E-2 y actual vicepresidenta de Norvento.

A los 22 años ya es ingeniero superior electromecánico del ICAI, pero además de los estudios de la carrera, el ingeniero lucense reconoce una nueva influencia, cual es vivir las sucesivas crisis energéticas, el empuje de las renovables y la preocupación por el medio ambiente.

Completa su formación con los cursos de doctorado en la ETSEI, de Vigo, y la posterior experiencia en la empresa eléctrica a la que nos hemos referido.

Es el momento de volar solo y lo hace en 1981, con la fundación de una empresa de ingeniería, centrada en el diseño de redes de distribución y transporte de energía eléctrica, que será el origen del actual Grupo Norvento, nacido como tal en los primeros 90. Se dedicará a desarrollar parques eólicos en Galicia, para reconvertirse luego en una empresa global, con proyectos de energía solar y biomasa.

Hoy está a la vanguardia de sector de renovables, y ese esfuerzo se ha visto reconocido con premios como el Emprendedor del Año, concedido por el ICAI, o los más recientes logrados por el edificio donde radica la sede, obra de Patxi Mangado, como el Especial a la Sostenibilidad de la Xunta, o el certificado BREEAM Excepcional, que lo convierte en el edificio de oficinas mejor puntuado de España. 

“Es fundamental tener iniciativa y ver las claves para dar con las oportunidades de negocio. Y trabajar muy duro, nunca rendirse. Son proyectos a largo plazo, que suponen movilizar recursos, tiempo y esfuerzo”, resume el ingeniero sus claves.

 Y añade: “Desde una ciudad pequeña como Lugo, hemos sido capaces de crear un proyecto de vanguardia que podría estar ubicado en cualquier otro país desarrollado, de lo que me siento muy orgulloso”.

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