María Dolores Acevedo y Vázquez

M. Dolores Acevedo, la Corín Tellado gallega

Nacida en Monforte, escribe más de 150 novelas de amor en 20 años, especialmente para Bruguera

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El Progreso 08/04/2021

FUE UNA DE las grandes autoras de la pulp fiction rosa   en la España de los sesenta, puesto que Corín Tellado, Concha Linares, María Teresa Sesé y ella, María Dolores Acevedo y Vázquez (Monforte de Lemos, 1932), forman el cuarteto más prolífico de ese género y las de mayor éxito.

Sus niveles de lectura están muy por encima de los estándares de la época. Aunque  la monfortina no llega a la brutal producción de la asturiana, recuerden que en 1962 la UNESCO declara que Corín Tellado es la autora más leída en castellano después de Cervantes.

En todas sus notas biográficas se dice que ha nacido en Lugo, pero más parece un error arrastrado, o una referencia meramente provincial.

José Manuel Rey Nóvoa, director de El Correo Gallego, y a la sazón delegado de El Progreso en Monforte, le hace dos entrevistas y en las dos se declara monfortina.

Sus dos primeras novelas, Cuatro destinos y El lazo roto, datan de 1956. Las envía a la Editorial Bruguera y su sorpresa es comprobar que las aceptan y que serán publicadas.

Desde ese día hasta casi veinte años más tarde, va a firmar un total de 150 títulos de novelas rosa con una frecuencia asombrosa, no tanta como la de Corín, pero que alcanza las veinte obras al año, especialmente entre 1964 y 1969. Ella lo explica diciendo que unas las acaba en ocho días y que otras le llevan un mes, “e incluso más”.

Apenas hay evolución o cambios en su esquema, que es el de la literatura de kiosco. Obras que aparecen cada semana al precio de 5 y 8 pesetas, en las que una mujer encuentra dificultades para culminar con boda el amor que siente por un hombre. Se resuelven y se casan.

La excepción la encontramos en los primeros años setenta, cuando por propia iniciativa, o por sugerencia de Bruguera, María Dolores se adentra en el género del Oeste y publica cinco títulos bajo el seudónimo de May Miller. Fueron Cuatrero y asesino (1970), Nido de forajidos (1971), y en 1972, El hijo del sheriff, El tronar de los revólveres y Tierra de cuatreros.

Al principio también escribe poesía y anuncia orgullosa que diez de ellas han sido seleccionadas de entre miles por Ediciones Norte, aunque no las hemos localizado. Asimismo gana un segundo premio de poesía navideña en Monforte con una composición que titula Noche de Paz, y colabora en la revista femenina Siluetas, que dirige en Barcelona Justino Ochoa.

Cuando a los 25 años se inicia como novelista de masas está casada, tiene una hija de un año y vive en la actual calle de As Cruces, número 2.

La vocación le viene de niña, pues ya entonces se había lanzado a escribir una novela y aunque su ilusión es dedicarse a escribir, hasta esa edad no se pone en serio a ello.

Dice inspirarse en lo que ve, en lo que conoce y en lo que imagina. Es decir que en las obras de esos años algunos monfortinos podrían reconocerse hoy.

No le va el humor, se define muy seria y a veces “roza el drama”. Además de Bruguera en sus múltiples colecciones, también publica en Rollán. Andina e Iberoamericana.

Su favorita es El secreto del pantano, aunque entre sus títulos abunda la palabra amor:     Amor en Calcuta, Con amor y rabia, Del odio al amor, Escrúpulos para amar, Amando en silencio, Aquel viejo amor, El amor no muere... y una sorprendente Querida salvajilla, muchas de ellas traducidas al portugués y publicadas allí.

Su ilusión es que todos sepan quién es María Dolores Acevedo.

En la última etapa de su vida se traslada al barrio de la Vega de León, donde fallece el año 1998.

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