Luz Pozo Garza

La precoz académica Luz Pozo Garza

Hoy cumple 97 años la poetisa de Ribadeo, la mujer que desmiente la misoginia de las academias

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El Progreso 21/07/19

ALGUIEN CONFESÓ UNA tarde metida en espirituosos que toda su generación, la anterior y la siguiente, habían estado secretamente enamorados de Luz Pozo Garza (Ribadeo, 21-VII-1922), y como las confesiones bajo efectos psicotrópicos van a misa, ni las discutimos, ni encontramos razones para hacerlo, porque la escritora fue siempre lo que se dice un bellezón, por muy feo que resulte hablar hoy de estas cosas.

La niña Luz y su hermano eran unos ávidos consumidores de radio, la ventana al exterior de más fácil acceso en los años treinta, cuando la asfixia de una península encarrilada al desastre hacía imposible grandes bocanadas de aire puro. Ellos, como otros quince mil niños de toda España, tentaron a la suerte de Unión Radio en busca de unos juguetes que paliasen las escaseces. ¿Les tocó alguno? Posiblemente, no. Eran muchos niños y pocos juguetes.

Pero si con 13 años, Luz es oyente de Unión Radio; a los 15 ya es colaboradora de Radio Lugo. La familia se ha trasladado a la capital provincial y en plena guerra, cuando la emisora todavía balbucea sus primeros pasos en horarios reducidos, con cientos de controles al servicio de FE de las JONS y con el subtítulo de Ondas Azules, Luz Pozo es uno de los pilares de la emisión infantil, el tiempo dedicado a los oyentes más jóvenes. 

Cada uno hace lo que puede, y aunque no tenemos constancia fehaciente, no sería de extrañar que en esos programas de 1937 la niña de Ribadeo que era de Viveiro hubiese leído su primer poema, o al menos una redacción cargada de tintes mariñanos, o el cuento de unos cangrejos enamorados.

En agosto de ese año se informa que la emisión infantil de Radio Lugo, por orden de la superioridad, tendrá que salir al aire a las tres y cuarto de los domingos. ¿Por qué? No se explica, pero alguna razón de ignota finalidad habría.

Con Luz _a la que llaman Lucita _, también se ponen delante del micrófono casi todos los domingos, gente como Enrique Santín _ siendo niño de 14 años _, Teresita y Chelito Roca, Alicia Vilas y el benjamín, Ivancito Manso Pedrosa, que con sus seis años de existencia ya les lanza discursos a los lucenses sobre lo que cada semana sea de menester.

Luz Pozo fue niña precoz y adulta precoz, porque antes de cumplir los treinta, con dos libros publicados, uno en castellano, Ánfora, y otro en gallego, O paxaro na boca, ya es acogida como correspondiente por la Real Academia Galega, lo cual constituye un récord de rapidez sin parangón, o eso creemos. Para que luego hablen de las reticencias académicas para con las mujeres. Y no me digan que fue causa del enamoramiento generacional.

La precocidad de Luz se observa también a la hora de recibir homenajes. Sus libros y su condición de académica le valen para que a los 29 años reciba el primero de ellos en Ribadeo. “Luz Pozo publicó su obra y ni siquiera la puso a la venta. Ha tenido la delicadeza de obsequiar a la critica y destacados intelectuales con ejemplares”, dice el periodista. Y afirma que la llaman “la Carmen Laforet gallega”, porque con una sola obra se encarama en lo más alto.

No es mal arranque. Como tampoco lo es que Gerardo Diego, en abril de 1952 _ ahora sí, cumplidos los treinta _, considere que en Galicia hay tres mujeres con mimbres para suceder a Rosalía: Pura Vázquez, Pilar Vázquez Cuesta y ella. Y es el propio Gerardo Diego quien añade. “No es probable que salgan otras luces con su pozo y su garza por esas tierras de España”. 

No, tan precoces, no.

Feliz cumpleaños, Luz, premio Trasalba 2019.
 

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