Luis Cayón Fernández

El hombre que convirtió El Quijote en un diccionario

Cuarenta años del atentado del Grapo contra la cafetería California 47, nueve muertos y 59 heridos

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El Progreso 26/05/2019

LOS ONCE CAYÓN Fernández, hijos de Pedro Cayón Oliva y de Vicenta Fernández Martínez, nacen alternativamente en Santiago o Mondoñedo. La madre de Pedro, abuela de todos ellos, está casada con otro hombre que no es su padre, lo que da lugar a pleitos testamentarios entre él y Teresa Oliva Borrero.

El abogado Pedro Cayón es concejal, teniente de alcalde, alcalde provisional y finalmente, alcalde de Santiago, hasta que fija su residencia en la famosa casa de San Lázaro en Mondoñedo, el referente familiar de los Cayón.

Entre los once se encuentra Pilar, a la que Luis Pimentel conoce en Santiago y con la que se casa en San Lázaro; Arturo, también médico y esposo de María Díaz Portas Núñez; Otilia, casada con el empresario de Viveiro, Luís Amat Donapetry, y Luís (Santiago, 1905), objeto de nuestra atención. Los demás son Carlos, Patricio, Guadalupe, Alfonso, Matilde, Mercedes y María de la Paz.

Luis crece en Mondoñedo y se hace poeta, escritor, periodista, antólogo y cineasta a lo largo de su dilatada y accidentada vida. Superada la adolescencia mindoniense, marcha a la República Argentina durante la guerra para regresar cuando ésta acaba. En 1941 se afinca definitivamente en Madrid.

Allí contacta con su medio paisano Victoriano López García y juntos viven esos años de renovada efervescencia cinematográfica.
Como por la capital también anda Dionisio Gamallo Fierros, Luis y Victoriano quedan reflejados en la nómina de madrigallegos destacados que el de Ribadeo recopila. 

La huella de Luis se sigue en las páginas de Ya, Informaciones y Pueblo, o en  Radiocinema y Cine Experimental, cuando frecuenta la tertulia del café La Elipa, que se cita como clave  en la historia del cine español. Allí comparte charlas con Miguel Ángel García Basabé, Aniceto Fernández Armayor, y dicen que algún día, Cunqueiro. José López Clemente, otro asiduo a la tertulia, define a Luis Cayón como un “adorador de Chaplin y un entusiasta de la revista Les Cahiers du Cinema”. Dice que dirige la película La  costa  de  la  muerte, y que publica la Antología del Pensamiento Cinematográfico. 

No es exactamente así, pero casi. El libro (1947) está considerado como la primera aportación teórica de un gallego al séptimo arte, pero la película es un documental sobre A Costa da Morte en colaboración con Pío Ballesteros dirigido por el realizador de televisión Eladio Royán Marugán en 1945.

Su libro de mayor éxito es el Diccionario de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha (1962), o sea, la obra de Cervantes desgajada por materias con destino a los jóvenes. También pública adaptaciones de La isla del tesoro, de Stevenson; Primer amor, de Turguenev, y Las mil y una noches, así como el Diccionario del novelista (1983). Con la novela La dama del castillo es finalista del XXII Ateneo de Valladolid (1975). 

Escribe el guión para un corto que iba a titularse Celos, dirigido por Francisco Ortiz (Solanja Films), pero la censura lo impide por considerar que “No interesa”. Como actor participa en un pequeño papel con Valeriano Andrés y Guillermo Marín en Consultaré a Míster Brown, de Pío Ballesteros, la primera película en la que Cela es arreglista de diálogos.  

Se dice que Cayón va a dirigir en 1949 la película Nido de Hampa con Lolita Moreno, Valeriano Andrés y Rufino Inglés, pero en otras fuentes _ Ritmo (1-IX- 1949), se refieren a ella como Niño de hampa. Ninguna de las dos sale adelante.

Cuando ya ha cumplido los 70, en mayo de 1979, Luis Cayón se convierte en uno de los 59 heridos en el atentado del GRAPO contra la cafetería California 47, alcanzado por la onda expansiva del artefacto que le ocasiona una herida estrellal en la región fronto parietal derecha. A su lado nueve personas pierden la vida. A él le quedan por vivir otros veinte años, hasta alcanzar los 91 de edad.

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