Domingo Batán

Domingo_Batan_CROMO
photo_camera Domingo_Batan_CROMO

110 lucenses singulares 

Batán es hoy una ciudad argentina perteneciente a la provincia de Buenos Aires, dentro del partido de General Pueyrredón y muy cerca de Mar del Plata. Las informaciones básicas sobre ella no se preocupan de aclarar el origen de un nombre que trae resonancias de mazos y molinos, pero al escarbar en su historia, el lector lucense descubrirá una explicación sorprendente.

Mientras en Buenos Aires estalla la Revolución de Mayo de 1810, un catalán llamado Pedro Alcántara Capdevila construye una estancia en el solar que hoy ocupa la urbe y que consta de 31 leguas para pastos y ganado. Pero en 1819, la soledad en la que se encuentra le vence y Pedro negocia su venta de los terrenos a los hermanos Ladislao y Marcelino Martínez, de modo que él quede libre para buscar asentamientos más poblados. De hecho subirá hasta la cosmopolita Buenos Aires, donde fallece nueve años después. 
   
Los dos compradores no van allí hasta 1826. En ese año crean el primer asentamiento de la zona y lo denominan Estancia Laguna de los Padres, en recuerdo de una antigua misión de los jesuitas llamada Nuestra Señora del Pilar y de la cual apenas hay ruinas. Pero sus esfuerzos por colonizar la Laguna de los Padres tampoco tienen éxito y nuevamente las tierras son vendidas en 1847 a José Gregorio de Lezama, el Goyo Lezama, un español nacido en Salta, es decir, cuando Salta era todavía España. 

El Goyo Lezama, tan buen comerciante que le permite gastar títulos de mecenas y filántropo, ordena a tres empleados suyos, los hermanos Antonio, Inocencio y Javier Ortiz que lo pueblen. Los tres habían sido oficiales del general Lavalle y al ser asesinado éste en 1841, trasladan su cuerpo hasta Potosí y consiguen el indulto.

Pues bien. Los tres Ortiz llegan a ese lugar con equipamiento, herramientas, peones y un grupo de mujeres, entre ellas, una hermana, la cuarta Ortiz. Es decir, su pensamiento es seguir el mandato del Goyo Lezama y asentarse. Construyen un rancho, precisamente cerca de la misión jesuita, pero la tierra parece maldita porque al poco tiempo de instalarse se declara un gran incendio que arrasa con todo lo que han levantado hasta ese momento, motivo por el cual los hermanos regresan a Buenos Aires tristes y decepcionados.

Pasan unos cuantos meses y al año siguiente, 1848, Lezama consigue convencerlos para que lo intenten de nuevo. Aceptan el reto y levanta la Casa de los Ortiz, también llamada de los Ortices. Antonio dirige las actividades y a sus hermanos se unen otros hombres que comienzan a levantar ranchos alrededor de las ruinas de la citada misión de los jesuitas. Al concentrarse unos cuantos, se atrae a otros solitarios de la redonda que parecen intuir la posibilidad de hacer ciudad.

Más tarde, en 1856, un grupo de terratenientes portugueses formado por el barón de Mahuá, el comendador Joaquín Pereyra de Faría, Domingo de Saa Pereyra, Juan Bautista López Goncálvez, Melitón Máximo de Souza, Juan Antonio de Figuerero y José Cohelo de Meyralles compra el complejo. El consorcio luso funda un saladero que hoy se ha transformado en el balneario La Perla en Mar del Plata.

Ezeyzas, Ortices y Martínez se suceden en cargos de justicia y gobernación sin que durante años se produzcan grandes novedades en cuanto al tamaño de la población. Es entonces cuando llega al llamado Paraje Ortiz, o de los Ortices, un joven que fue bautizado en España como Domingo Batán, y que ha nacido el año 1853 en el municipio lucense de Taboada. Es un hombre de estudios, pues ha cumplimentado los primeros niveles de educación primaria y secundaria, y además también inicia los estudios eclesiásticos en Lugo, aunque los abandona, según fuentes de la familia, por motivos ajenos “a su firme convicción religiosa”. Como no hay más detalles, nos quedamos sin la auténtica razón.

Al dejar el Seminario, opta por la emigración y lo hace en dirección a la isla de Cuba, donde por razones también desconocidas, no asienta sus reales. De modo que apenas sin solución de continuidad, Domingo Batán llega a Buenos Aires. La gran ciudad tampoco es de su agrado. Demasiada gente, demasiado bullicio para que decida instalarse allí. Él busca... otra cosa. 

Desciende entonces unos doscientos kilómetros hacia el sur y encuentra trabajo en Dolores, una población de unos seis mil habitantes, que presume de ser el primer asentamiento humano en fundarse como ciudad tras la independencia, aunque hay otras candidatas que compiten para hacerse con ese título.

No se puede precisar el tiempo que permanece en Dolores, pero sí que tampoco acaba por convencerlo para echar raíces. Ahora que sabemos lo que va a hacer a continuación, podemos asegurar que Domingo desea rodearse de otras dimensiones, quizás de algo que se parezca más a la Taboada de donde viene.

Ese nuevo salto es de otros doscientos kilómetros, también en dirección sur. La  etapa finaliza en el Paraje de los Ortices, ya conocido, frente a lo que será Mar del Plata. Cerca de donde recala se encuentra la estancia de Andrés Liendo, que además de propietario de los terrenos, es padre de Carmen Liendo Peralta. El primer apellido de ambos procede de un municipio cántabro. 

La historia nos dice que Domingo, a la sazón un muchacho de veinte años, y Carmen, a la que suponemos de una edad similar, se gustan y entablan un breve romance, pues en 1874 ya se concreta la boda. Las investigaciones de Leticia Laffranconi Celayeta, confirman que el matrimonio Batán-Liendo es el primero registrado en la Capilla Santa Cecilia, lo que les confiere ese carácter pionero, que más adelante confirmará la propia ley fundacional, como veremos. 

En ese mismo año, un vecino de Buenos Aires de igual apellido que la novia, Patricio Peralta Ramos, se afana en la fundación de Mar del Plata, cuyo centro urbano actual está tan solo a 16 kilómetros del centro urbano de Batán.  

El matrimonio Batán-Liendo tiene nueve hijos, seis de los cuales son varones y tres, mujeres. Poco a poco, a medida que sus ganancias se lo permiten, la familia se va haciendo con las tierras que hoy constituyen la ciudad, algunas de las cuales serán donadas más tarde para la construcción de diversos servicios comunes.

Así, en 1901, la familia inaugura un almacén donde pueden ser adquiridos muy diversos artículos. Domingo le pone el nombre de Nuevo Rumbo y dan ganas de imaginar que se refiere a uno o a todos los que él emprende desde que sale de Taboada; a Cuba, a Buenos Aires, a Dolores, a los Ortices...

Al frente del Nuevo Rumbo el lucense coloca a sus hijos Maximiliano y Domingo, y claro, enseguida los pocos clientes que tiene le cambian el nombre y pasa a ser conocido como “el boliche de los Batán”. Solo era el principio.

Domingo Batán fallece en 1933, cuando aquellas tierras comienzan a tener la consideración de ciudad. Su nieta, Carmen Miranda Batán Orsi, ha recopilado los datos que su madre, Amalia Batán, recuerda y que nos han servido para reconstruir su historia. Ella comenta que “con justicia, su nombre identifica el solar que tanto amó y al cual dedicó su cuerpo y corazón. Y Batán hoy ciudad, pasó a convertirse en un pujante polo de desarrollo del sudeste bonaerense”.

Batán está en la ruta 88 que conduce a la Estación Chapadmalal del ferrocarril y a la población de La Avispa que hoy se integra en la ciudad. Allí se encontraba el almacén Nuevo Rumbo de los Batán así como algunos colonos cuando en 1937 se construye el edificio con el primer surtidor de gasolina, una cancha deportiva y un salón de baile. Años después, la primera Estafeta de Correos y un club de fútbol que no aguanta mucho tiempo, dado que la población es todavía escasa. Se llamó 9 de julio y dio origen al segundo, el Tigre, también efímero. Desde 1950, el capítulo futbolístico lo cubre el Club Juventud Unida de Batán.

En el año 1946 se funda la Cooperativa de Obras y Servicios Públicos, que suministra energía eléctrica y alumbrado a esos escasos vecinos que se instalan en la zona, principalmente obreros de canteras, hornos de ladrillos y empleados, y en 1953 se crea el primer puesto de vigilancia y se adquiere un furgón que a la vez cumple el servicio de ambulancia.

Los vecinos colaboran en la construcción de la parroquia Nuestra Señora de Luján y la escuela parroquial. Luego, delegación Municipal (1968), biblioteca (1978)... en 1996 la población alcanza los 6.500 habitantes, que era la de Dolores cuando llega a ella Domingo. Seguro que si la conoce entonces le parece demasiado populosa, él que se detuvo aquí cuando le sobraban dedos para contar a los convecinos.

El 18 de diciembre de 1996 el Senado y la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires declaran Ciudad a la localidad de Batán, a través de la Ley Provincial Nº: 11.919. Entre las razones expuestas, se lee que: “en los últimos 50 años las superficies ocupadas tanto por la localidad de Batán como la de Estación Chapadmalal, han demostrado un vigoroso desarrollo poblacional merced al progresivo aumento de las actividades comerciales y agro-industriales que fueron exigiendo día a día la presencia e instalación de reparticiones oficiales que cubran las necesidades básicas en materia de salud-educación y seguridad. En el año 1890, Domingo Batán ya está radicado en el campo de Liendo, existiendo ya en 1899 el colegio de Batán cerca del casco. Fue este el núcleo inicial”.

La ley fundacional reconoce por tanto la figura de Domingo Batán como impulsor de aquellas difíciles tierras de los Ortices para convertirlas en la ciudad que estaba aprobando y que llevaría su nombre porque así lo habían decidido sus vecinos.

El último censo (octubre de 2010) señala que Batán cuenta con 15.420 habitantes. En el siglo XXI, su incremento poblacional ha sido de un 60,67% Sus habitantes son residentes argentinos e hijos y nietos de inmigrantes provenientes de Chile y Bolivia.  La jurisdicción  tiene una superficie de 542 km.2;  y está constituida por la ciudad de Batán y los barrios, urbanos y parajes rurales, de El Trébol, Colina Alegre, El Colmenar, Batán Norte, Villa Gustava, Los Hornos, Las Alamedas, La Hostería, La Salita, Barrio Batán Norte, La Serrana, Villa del Parque, Estación Chapadmalal, Las dos Marías, Parque y Valle Hermoso, Las Canteras, Parque Palermo, San Francisco, Los Ortiz, El Boquerón, La Polola, La Florida y Las Lomas, donde se encuentra el Zoo de Batán.

Peripecia vital
1853.- (17 de abril). Nace en Taboada.
1868.- Inicia estudios eclesiásticos en el Seminario de Lugo.
1871.- Emigra a Cuba.
1872.- Llega a Buenos Aires.
1874.- Se casa con Carmen Liendo Peralta.
1901.- Inaugura los almacenes Nuevo Rumbo.
1933.- (11 de junio). Fallece en Batán.


  
 

Más en Álbum de los lucenses
Comentarios