Antonio Peña Novo

Antonio Peña Novo, ratón satírico y de biblioteca

Deshauciado por los médicos en su juventud, el también alcalde de Vilalba llega a cumplir los 82 años

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El Progreso 28/03/2022

FUE UN HOMBRE longevo, aunque en su juventud es desahuciado por los médicos. Antonio Peña Novo (Vilalba, 1887) lo achaca a que los galenos gallegos estudian en la Casa de la Troya, es decir, vaguean, cantan y empinan el codo en vez de ponerlos sobre los libros.

El caso es que Antonio sigue su vocación religiosa y estudia en el Seminario de Mondoñedo con gran aprovechamiento hasta casi el final, porque en el último instante le diagnostican una tuberculosis, más tarde lo tienen como tísico _ “lo mismo da”, decía él _, y finalmente afirman que padece costras en la pleura. Total, que aducen mil disculpas antes de ordenarle. Iba a durar tan poco…

Pero él, recuperado de salud y laico de condición, funda y escribe El Ratón (1911), una publicación satírica  donde pone a prueba su facilidad versificadora y sus ansias de meterse con los caciques, al estilo de El Tío Pepe y O Tío Marcos D´a Portela.

Primero la edita en Mondoñedo y luego, en La Voz de la Verdad de Lugo. Es una etapa de su vida que no le gustará recordar, pues admite que en esa época se dicen y se escriben muchas atrocidades, de las cuales tampoco él se libra.

El artículo “¿Xusticiadas? Deunas o Demo” lo llevará ante los tribunales y no es el único, pues la sección Coxegas es origen de sucesivas querellas. En 1913, El Progreso lo acusa de promover una campaña contra un párroco villalbés, y Peña Novo se defiende declarándose “tan clerical como cuando gastaba sotana, o quizás más”.

Su orgullo es no haberse vendido a nadie y zurrar a los caciques todo lo que pudo. “Eran mi debilidad”. 

Los Peña Novo _ él y sus hermanos Dionisia, Carmen, Amparo, el médico Plácido y el abogado galleguista Lois _, son hijos de Vicente Peña Rodríguez, natural de San Sebastián de Devesos, en Ortigueira, y emigrante en Cuba, donde hace fortuna, y de María Novo Pardo, descendiente de Manuel Antonio Novo Díaz de Mourence, fusilado por el general napoleónico Maurice Mathieu, acusado de asesinar  a un francés en compañía del párroco José Domingo Ferreiro y Paz.

La familia será después la encargada del pazo da Veiga en Mourence. Un hermano de su madre, José Novo Pardo, es capitán en la guerra de Cuba y alcalde de Vilalba al regresar, entre 1925 y 1928.

Antonio prepara oposiciones para hacerse procurador de los tribunales en 1918, año en el que se casa con Mercedes Rodríguez Prieto. 

A partir de 1957 comienza la revisión de los libros de bautizos, bodas y fallecimientos desde el siglo XVIII; las compra-ventas, actas municipales y cuanto legajo cae en sus manos que pueda aportarle nuevos datos sobre el desarrollo villalbés.

Además participa en la restauración de la capilla de San Roque, forma parte de las  Irmandades da Fala, conferencia en el Círculo de Artesanos, organiza sesiones de cine y publica a Chao Ledo y Lence-Santar.

En 1930 participa en la llamada coalición conjuncionista de los liberales. Denunciado y sancionado por el gobernador civil, él mismo será alcalde, aunque su paso por el ayuntamiento es criticado por aumentar el déficit.

Su composición Esta si que é terra, merece los laureles del Certamen Tierra Llana.

A los 80 años dedica ocho horas diarias a mecanografiar su Historia de Villalba. “Lo malo es que hay muchas cosas que yo desconocía y que hay que investigar como sea”. Eso lo preocupa, pues teme que no le dé tiempo. Con razón, pues fallece a los 82.
De ella se edita el volumen Villalba en el siglo XIX, gracias a la labor que prosiguen sus hijas.
  

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