Antonio Domínguez Olano

Olano, el año que vivimos peligrosamente

El periodista de Vilalba, que hoy compliría los 89 años de vida, vivió un 1977 entre éxitos y querellas

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El Progreso (25/05/19)  

HACE HOY 89 años nace en Vilalba un niño regordete que muy pronto va a demostrar su habilidad, tanto para el periodismo, como para llamar la atención de los periodistas, que si lo primero tiene sus dificultades, lo segundo no le anda a la zaga. Le imponen el nombre de Antonio y le corresponden los apellidos de Domínguez y Olano (Vilalba, 1930).

Como hace poco escribimos una amplia semblanza del personaje, trataremos de buscar lo que no se dijo entonces y en concreto lo hallamos a lo largo del año 1977. No se dijo, por ejemplo, que cuando la revista Time se rinde a Adolfo Suárez y le dedica la famosa portada Spain: Democracy wins (junio-1977), el único autor teatral en cartel en ese momento que se cita en el reportaje es él.

El periodista de Time se fija en su obra Madrid, pecado mortal, que con música de Juan Pardo se representa en el Muñoz Seca, para argumentar que la censura, aunque no ha desaparecido, ya no es tan estricta como antes, pues permite la obra de Olano, “un musical alegre que hace sátira de todo, incluso de la política de todos los partidos."

Hoy Olano sería tan blanco e inocente como una canastilla de bebé, pero hay que tener en cuenta que en ese año todavía están vigentes las normativas del franquismo, no se ha aprobado la Constitución y los jueces navegan por donde les da el ánimo, siendo fieles ad pedem litterae, o siendo condescendientes, sabedores que todo eso del artículo 2 se va a acabar muy pronto.

Y no solo los jueces reculan. También Lola Flores, que era imitada en la obra de Olano por el travesti Paco España, se presenta el 15 de julio de ese año en el patio de butacas del Muñoz Seca, y armada con su tradicional vehemencia de raza y trapío, se alza en gritos, cual Kruschev en ONU, y despotrica contra la obra, contra el Olano que la parió y contra Paco España que la representa, lo que paraliza la función de cuajo. Luego se dirige a la taquilla donde aguarda el público para el siguiente pase, y los arenga a que se vayan ante semejante porquería. “Si me queréis, irse”. Finalmente también tiene un cara a cara con Paco, la “Lola Flores” del reparto.

La sentencia por una falta de orden público es muy benévola, pues le cascan 255 pelillas de ná, y el pago de las costas. A Olano le viene de perlas. Primero, lo citan en Time y luego Lola le arma una zapatiesta. Él pagaría encantado la multa si se le pone levantisca otra folklórica. 

De hecho el villalbés siempre jugó con esa publicidad añadida del supuesto ataque al régimen, él, que era más de derechas que José María Pemán y Pemartín. Otro de sus estrenos, el de La maja desnuda de Cáceres, lo publicita así: “El franquismo la prohibió, Arias los procesó y con la Democracia triunfó”. Vivir para ver.

No era para tanto, claro. De hecho Olano produce y guioniza el programa de la SER El consejo del doctor, emitido a mayor gloria del marqués de Villaverde, Cristóbal Martínez Bordiú, o sea, el yerno de Franco. Además, siempre se mostró fraguista sin fisuras. Por eso y por otras muchas razones, corre un peligro muy relativo por muchas verdulerías con las que adorne sus títulos.

Como director de la revista Yes _ELF Editores, los de El Papus y Barrabás _, recibe una multa de 50.000 pesetas, y por una mención a Bárbara Rey en su Guía secreta de Madrid, es procesado y absuelto. Mucho antes de que Bárbara dé motivos para hablar de ella en las páginas de política, Olano cuenta de la actriz que cuando se pasea desnuda por una conocida boutique madrileña, “no sabes la que se organiza”.

Olano se defiende con argumentos elementales: ¡Pero si sale desnuda a todas horas en todas las revistas! Eso sí, en otra edición del libro borra lo de actriz y pone “mala starlette”.

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