Antonia Cabana Bouza

Antonia Cabana, una mujer de tres siglos

En septiembre de 1903 muere una vecina de Gontán (Abadín), de 105 años de edad

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El Progreso 01/09/2019

EN SEPTIEMBRE de 1903 fallece en Gontán Antonia Cabana Bouza (Abadín, 1797), una mujer de condición sumamente humilde.

Si se fijan en los dos años citados, el primero pertenece al siglo XVIII y el segundo, al XX, es decir, en el medio de ambos falta por completo el siglo XIX. O lo que es lo mismo, con sus 105 años vividos, Antonia ha pisado en la tierra tres siglos diferentes, y lo ha hecho con unos medios de subsistencia absolutamente precarios, alimentación escasa, higiene relativa y expuesta al frío, la humedad o el calor en peores circunstancia de la mayoría de sus coetáneos.

Todo ello puede ser fruto de la casualidad o de una fortaleza especial de la mujer, pero en cualquier caso no deja de constituir la contradicción de todo lo que normalmente se predica como lógico, pues vivir entre algodones no proporciona la longevidad de una humilde choza.

Dada la rareza del caso que protagoniza Antonia, es el propio párroco de San Pedro de Goás, y anejo de Santa María de Abadín, José María Rey Reigosa, quien se encarga de localizar su partida bautismal para atestiguar que sí, que a la mujer le faltan dos meses para cumplir los 106 años de edad.

Quien más llora la muerte de Antonia es Pepiño de Gontán, un vecino que cuenta 95 años de vida en ese año de 1903 y que la recuerda hecha ya una moza, siendo él un niño que todavía no gasta pantalones.

La causa de la muerte de la mujer fue una bronconeumonía fibrinosa que se la lleva en muy poco espacio de tiempo. Prueba de ello es que sus vecinos la recuerdan con 105 años de edad en trabajos de agilidad y fuerza que no son propios de esa edad, aunque lo realmente impropio es que nadie en los contornos alcance esa edad, excepto Pepiño, que es el vicedecano de los longevos.

Si el cuerpo de Antonia se mantiene ágil y fuerte, no le va atrás su cabeza, que conserva, ya centenaria, el pleno uso de todos sus sentidos sin merma de ninguna clase.

En Lugo todavía no se ha fundado El Progreso y es primero El Regional, y luego El Eco de Galicia, quienes dan noticia del fallecimiento, que será rebotada por otras cabeceras españolas, aunque llamándola Antonia García Cabana.

El Correo Gallego, que se hace eco del caso en su número del 3 de octubre de 1903, echa cuentas de lo vivido por Antonia y concluye que el balance de su experiencia política supone haber conocido en España dos formas de gobierno, dos dinastías, seis reyes, dos regencias, dos gobiernos provisionales, una república y nada menos que veintiseis guerras, entre ellas, la del Rosellón, las anglo-españolas, la de las Naranjas, las napoleónicas, las de independencia americana, las carlistas, la de África, la Chiquita, la de Cuba y la de las Filipinas, por no ser más explícitos.

El cronista titula su información “Una mujer del siglo XVIII” y expresa su conclusión final respecto a la mujer: “Nunca mejor que en esta ocasión puede decirse ´vivir para ver´”. 

Los dos españoles que aventajan a Antonia en el récord de longevidad desde que hay registros también son mujeres. Encabeza la tabla Ana María Vela Rubio, nacida el 29 de octubre de 1901, y fallecida el 15 de diciembre de 2017, es decir, con una existencia total de 116 años y 47 días.

La segunda es una tocaya, María Antonia Castro, nacida el 10 de junio de 1881 y fallecida el 16 de enero de 1996, una vida de 114 años y 220 días. Ambas eran andaluzas.

La primera gallega en el ránking controlado es María del Carmen Figueiró Freiría, de Nigrán (Pontevedra) fallecida a los 113 años y 209 días.
     

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