Soleá Morente: "El apellido impone respeto, puede ser arma de doble filo"

La mediana del clan Morente llega a Galicia dispuesta a demostrar que es una artista única, capaz de renovar el flamenco mediante la fusión con otros géneros. Actúa este sábado a las 16.15 horas en A Illa de Arousa
Soleá Morente. EP
photo_camera Soleá Morente. EP

PERTENECER a la familia Morente y no ser artista podría sonar a sacrilegio. Soleá, la mediana de la prole, ha tardado un poco más que su hermana Estrella pero viene pisando fuerte. Propone renovar hasta los palos más firmes del flamenco mediante la fusión con el indie o el rock. Consigue así seguir la senda que su padre Enrique marcó en su momento.

Es del clan Morente, ¿pesa el apellido o se lleva con orgullo?

El apellido impone muchísimo respeto, sobre todo si te dedicas a la música. Por una parte es una de las cosas más mágicas que me ha pasado, agradecida hasta el día que me muera de haber nacido en esta familia. Es verdad que hay momentos que la sociedad te juzga, sin querer en ocasiones, y eso sí hace que te pese. Puede ser un arma de doble filo.

Se define como cantante y cantaora, ¿cuánto hay de cada?

La cosa va al 50 por ciento. Me considero flamenca porque desde chiquitita he bailado, como algo natural, tanto como el beber. El flamenco para mí es una manera que tengo de celebrar la vida, la alegría y las penas. Poquito a poco voy aprendiendo de otras culturas más alternativas o indies, me ayudan a realizarme y a construir tanto mi propio espacio como mensaje. Estoy ahí, entre dos aguas, como diría Paco de Lucía.

¿Ha crecido en un entorno beneficioso para convertirse en la artista que es hoy en día?

En mi casa el arte estaba todo el día presente y eso va llegando, tan natural como el comer. El haber crecido en Granada ha sido primordial. Haber estado con gente como Los Planetas, Lagartija Nick, Pájaro Jack o Lori Meyers me han ido determinando también. Que mi padre nos diera esa educación tan libre basada en el arte podía acabar de dos maneras: no querer saber nada del arte o dejarse llevar por lo evidente.

Sacó disco el año pasado, Ole Lorelei, en el que renueva palos flamencos, ¿cómo consigue esa amalgama de sonidos?

Esto surge de mi admiración hacia Alonso Díaz Carmona de Napoleón Solo, un grupo genial de Granada. Después de mi primer disco me quedé con ganas de hacer algo con él. Seguí insistiendo porque sentí que había algo, una intuición. Empezamos a trabajar en Ya no solo te veo a ti, gustó mucho el resultado y lo convencí. Ya luego vinieron Ole Lorelei y Baila conmigo. Necesitaba hacer algo de cante flamenco, mi trabajo consiste en traducir esto en una canción. Y así ordené el disco, tras una canción, viene un cante.

Cualquiera que escuche Ya no solo te veo a ti ve una clara referencia a Las Grecas, ¿en qué artistas se inspira para crear?

Por una parte, el sonido de Las Grecas me viene mucho por mi madre. Era bailaora y cantaora, digo era porque se retiró para dedicarse a ser consorte siendo también ella una gran artista. Las Grecas y mi madre eran amigas y compañeras de trabajo, entonces crecí rodeada de su música y la de Los Chichos, de Ray Heredia, Los Chunguitos e incluso Camela. Tengo esa vena tan gitana porque mi madre es gitana y esta era su música de juventud y trabajo. Luego por propia afición soy muy seguidora de la música francesa, sobre todo del estilo de Jane Birkin o François Hardy. Me ha atraído esa calidad a la hora de interpretar y componer. De Jeanette me ha seducido esa manera sencilla de cantar pero tan llena de emoción.

Es graduada en Filología Hispánica y ha estudiado las letras del cante flamenco, ¿cómo trabaja con ese léxico para hacerlo mundano?

Trabajo con las letras del flamenco porque considero que hay un conocimiento y una fuerza increíble. Lo que llegan a transmitir no lo he conocido en otro estilo de música. Hay ahí ese reflejo de la sociedad que representa, la sociedad rural y también la gitana en parte. Soy consciente del mundo y la generación que me ha tocado vivir, por eso intento mezclar la literatura y el folclore flamenco con el lenguaje actual.

El dogma y la enseñanza del flamenco son muy rígidos. Rosalía fue criticada por su innovación, ¿no le preocupa que le pase lo mismo?

No lo pienso mucho porque sino no me dejaría evolucionar. No me da miedo, creo más en la libertad y en continuar. Me gusta avanzar.

Además el flamenco y sus derivados están de moda otra vez.

Está siendo un momento muy especial. El flamenco está en plena revolución y estar viviéndolo ahí en primera línea, con Rosalía o El Niño de Elche, es una gozada. Este enfrentamiento del purismo con la vanguardia es tremendamente inspirador. Las corrientes de simpatía van surgiendo entre los compañeros valientes que hacemos lo posible por la evolución del flamenco.

De hecho su disco Ole Lorelei fue reconocido como uno de los mejores álbums de 2018 por este motivo. ¿Cómo digiere esas noticias?

Cuando me lo dicen pienso que aún tengo mucho por aprender. Esto es una carrera de fondo en la que trabajo cada día para mejorar tanto como persona como artista. Eso es importante para mí, el arte ocupa todo mi ser. Cuando te valoran y te dan cariño, dan ganas de seguir adelante.

Parte de esas ganas se la dan manifestaciones como las del 8-M, como ha dicho en alguna ocasión. ¿Cómo se encuentra siendo mujer en el mundo de la música?

He tenido la suerte de crecer donde había un padre espectacular en todos los sentidos. Me hizo comprender los derechos que tienen todos los seres humanos. Que tanto él como yo éramos iguales, que él y mi madre tenían los mismos derechos. Es verdad que queda muchísimo por hacer, lo cual aún da más fuerza para luchar por todas las mujeres y los hombres. Lo que es frustrante es que en 2019 no hayamos superado esto y tengamos que seguir peleando por la igualdad. Ya es hora.

El rey Felipe VI la reconoció con el premio Fundación Princesa de Girona por ser pionera en un mundo de hombres. Lo curioso es que se trabó al pronunciar Ole Lorelei, ¿cómo reaccionó a esto?

Me hizo mucha gracia (risas). Cuando vi al Rey intentar decir Ole Lorelei me acordé del día que le puse el nombre al disco. ¡Ya sabía yo que iba a pasar eso! Es una expresión que me inventé, cogí el ole, que es la expresión de la emoción en el flamenco, y Lorelei es una canción de Cocteau Twins.

Galicia no es una tierra donde precisamente el flamenco tenga demasiado arraigo, ¿cómo hará sentir esa pasión?

El público gallego no es el más flamenco, pero desde luego tiene una sensiblidad maravillosa para todos los estilos. Si lo cuentas con la mano en el corazón y desde la verdad, siempre te entienden.

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