Jorge Drexler se pone en A Coruña su 'Salvavidas de hielo'

El cantautor uruguayo Jorge Drexler presenta su último disco en el coruñés Palacio de la Ópera

Drexler
photo_camera Retrato de Jorge Drexler contenido en su disco 'Salvavidas de hielo'

"Yo soy un moro judío que vive con los cristianos. No sé qué dios es el mío ni cuáles son mis hermanos". Estos versos prestados por Chicho Sánchez Ferlosio le sirvieron a Jorge Drexler para componer la Milonga del moro judío, una canción que lo define como un artista mestizo. "La familia de mi padre es judía. La familia de mi madre es cristiana no practicante. Yo me crié en Montevideo en una casa en la que ambas culturas vivían más o menos armoniosamente. Recuerdo ver a mi abuelo judío vestido de Papá Noel y a mi abuelo no judío con su kipá en la sinagoga". Al texto escrito en décimas le quiso poner una música "muy uruguaya" y le salió una milonga —una música llegada al cono sur desde África y Persia— en la que expresa su impotencia ante el conflicto arabeisraelí. 

Jorge Drexler, cantautor y médico humanista uruguayo, cineasta, actor y responsable de éxitos internacionales como algunos de los grandes hits de Shakira, aprovecha las tradiciones musicales africanas, mediterráneas, europeas, en viajes de ida y vuelta a uno y otro lado del charco. "En el fondo somos de ningún lado y de todos, y de todos lados, un poco", asegura en una charla TED sobre poesía, música e identidad que pronunció el año pasado bajo la vitola de ser el primer uruguayo invitado a participar en este programa de relatorios. 

El cantautor se acerca el domingo a A Coruña, un puerto conectado con diferentes mundos gracias al océano Atlántico, para presentar su más reciente trabajo, que lleva por título Salvavidas de hielo y que, en una constante en su creación, está dedicado a los migrantes. Las entradas, en Ticketea.com, desde 22 euros. Aunque lleva más de veinte años sin ejercer la medicina, Drexler considera que no es una disciplina que esté tan lejana del oficio de hacedor de canciones. 

"Ambas son prácticas y son empáticas. Tratan de establecer un puente con otra persona y esa comunicación la puedes usar tanto para el acto de curar como para escribir una canción a partir de una emoción compartida", decía hace unos meses a The New York Times. "Yo no suelo hacer canciones de política o de protesta, pero sí con empatía", había comentado en una rueda de prensa en Ciudad de México tras visitar el capitalino Museo Memoria y Tolerancia, que lo dejó "conmovido". "El mundo de hoy está dividido entre la empatía y la no empatía. Este museo es el exponente de la máxima falta de empatía", aseguraba en alusión a los distintos tipos de discriminación que se exponen en el centro. 

Drexler, descendiente de una familia de migrantes judíos, hace un alegato en favor de los "dreamers" o "soñadores", jóvenes indocumentados que llegaron a Estados Unidos de niños y a los que el gobierno de Barack Obama otorgó permisos de residencia y trabajo derogados en septiembre del año pasado por Donald Trump. 

"Las naciones americanas son fruto de la interacción entre varias culturas. Es tan ridículo establecer una diferencia categórica entre quién se puede quedar y quién debe irse", sentencia. 

Salvavidas de hielo, en el que muestra su "empatía" hacia los migrantes, es el disco número 13 del cantautor y fue grabado entre Ciudad de México y Madrid, donde reside desde hace 22 años. 

Precisamente, la canción más destacada del álbum se titula Movimiento y aborda cómo la migración es un acto inherente a la humanidad desde su génesis y cómo la gente busca moverse a pesar de las fronteras que se le imponen. El videoclip de la canción, filmado en la sierra de Chihuahua, está protagonizado por Lorena Ramírez, una joven indígena rarámuri que ganó un ultramaratón vestida con sandalias y prendas tradicionales, lo que cautivó a Drexler. 

El cantautor uruguayo, ganador del premio Oscar a mejor canción original en 2004, dijo que no compone sus discos pensando en los premios que puede ganar. En aquel momento, la Academia de Hollywood decidió que Drexler no era suficientemente conocido como para interpretar en el escenario del teatro Kodak Al otro lado del río, el tema compuesto para la película Diarios de mtocicleta, sobre las mocedades del Ché, y en su lugar cantó Antonio Banderas y tocó la guitarra Carlos Santana. 

Cuando finalmente Prince pronunció "And the Oscar goes to (y el Oscar es para)" seguido del nombre de Jorge Drexler, este hizo una reverencia al genio de Minneápolis y se tomó su pequeña revancha al cantar a capella una de las estrofas de la canción premiada en el tiempo de los discursos. 

"Las expectativas son un mundo muy malo. Los premios son muy subjetivos", comenta el cantautor sobre los premios, al tiempo que asegura que nunca ha estado atento a las nominaciones de los Grammy, a pesar de que ha sido candidato este mismo año con Salvavidas de hielo y ya lo había sido en 2015 gracias a su álbum Bailar en la cueva. Jorge Drexler no le pone fronteras a su música. 

Le pregunta Albinson Linares para The New York Times si le gustaría escribir un reggaetón: "Me encantaría. Es un patrón rítmico que está extendido por todo el norte de África y tiene por lo menos diez siglos de antigüedad. Ya lo registraban como el ritmo del diablo en los burdeles de Persia en el siglo XI y tiene un quiebre de tres a dos que hace algo genial con las caderas. Ahora bien, que me guste el reguetón no quiere decir que me gusten los reguetoneros. Creo que el reguetón es superior a sus compositores. ¿De quién es la culpa? De nosotros los compositores que nos creemos mejores que los demás y no nos metemos en esos géneros".

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