[Sábado | 22.00 horas | Santiago]

Cristina Manjón: "No nos mueve el dinero, queremos llegar a la gente de forma emocional"

La fusión de flamenco-coplera con la música negra y los ritmos propios de la electrónica de vanguardia llegan a la sala Capitol de la mano de Fuel Fandango
Fuel Fandango.
photo_camera Fuel Fandango.

La cordobesa Cristina Manjón (Nita) y el canario Alejandro Acosta (Ale) plasman en cada canción su amor por el flamenco fusionado con otros estilos como la electrónica, el rock o los sonidos africanos. Fuel Fandango lleva once años sobre los escenarios cantando, bailando, taconeando y transportando al público a su universo único. Ahora presentan nuevo disco, Origen, un llamamiento a las raíces del ser humano. Su grupo fusiona la música electrónica, con la copla y el flamenco.

¿Cómo conectan lenguajes musicales tan dispares?

Desde el principio intentamos componer sin reglas, dejándonos llevar por la emoción y mezclando todos los estilos que nos gustaban para crear algo único. Precisamente nuestro nombre se refiere a la música de raíz, al flamenco, (fandango) y a la electrónica (fuel).

La copla fue símbolo de identidad nacional en el franquismo, ¿cree que ha recuperado su prestigio?

La copla forma parte de la historia de la canción española y hay muchos artistas que hoy en día están dándole una vuelta más moderna y con toques interesantes.

Rosalía se ha convertido hoy en día en todo un icono en el ámbito del nuevo flamenco. ¿Fue su grupo el pionero en este ámbito?

No sé si fuimos pioneros, pero llevamos once años de carrera. Nosotros usamos la electrónica de un modo más salvaje porque está más enfocada al tecno y la mezclamos con el flamenco. Yo creo que cada artista tiene su estilo y nuestra música es más alternativa.

¿Se puede decir que el flamenco está de moda?

Yo creo que ahora hay un momento cultural en muchos lugares del mundo en el que el flamenco está en auge y se ha convertido en una tendencia estética y musical. Me parece interesante porque es una manera de que esté vivo y pueda llegar a la gente más joven. Eso es lo más interesante de la música urbana que se está mezclando hoy en día con el flamenco. Por otro lado, para mí como andaluza el flamenco no es ninguna moda, es algo que permanece, que está ahí siempre, es un modo de vida y una forma de sentir. Es algo que forma parte de mi alma.

Ale, es canario y usted, cordobesa: ¿cómo influyen sus orígenes en la música que crean?

Nosotros empezamos en este mundo muy jóvenes. Yo me inicié con la copla, el flameco y también el soul, el rock y otro tipo de estilos; y Alejandro comenzó con el folclore canario, pero tuvo una banda punk, hizo música negra y electrónica y más tarde descubrió el flamenco. Ser tan eclécticos ha influído en nuestra música.

Llama la atención la estética de sus discos, cuidada al milímetro.

Efectivamente, nosotros siempre hemos apostado por una propuesta muy visual, no solo musical. Nos gusta tener un espacio en el escenario muy teatral, trabajamos mucho con la estética desde los comienzos: las fotos, los discos, los vídeos... Cuando empezamos hace once años no teníamos apenas recursos y la evolución se ha notado. Hemos tenido que luchar mucho y gracias a este esfuerzo podemos hacer hoy en día las cosas que nos apetecen y plasmar ese sueño que es crear un espacio teatral donde la gente venga y sienta emociones.

Mezcláis el inglés y el español...

Hacemos la música que nos va apeteciendo y creemos que el inglés tiene mucha musicalidad. El español siempre ha estado presente por nuestras raíces y precisamente en el nuevo disco hemos apostado solo por el español.

Su primer trabajo fue en 2009. Cinco canciones que colgaron en la web y recibieron 15.000 descargas ¿Les han ayudado las redes sociales a llegar a más gente?

Ahora hay un boom que no lo había cuando nosotros empezamos. Ale y yo no somos de la generación que nació con el auge de las nuevas tecnologías, quizás por eso no hemos enfocado nuestro trabajo tanto hacia las redes sociales y no hemos centrado más en los escenarios, en tocar en todas las salas, en festivales y hemos recorrido 35 países con nuestro proyecto. Siento que el boca a boca nos ha ayudado más que las redes sociales, pero somos conscientes de que Internet ayuda a llegar a mucho público.

En el anterior álbum Aurora (2016), la electrónica sobresalía y en 13 Lunas (2013) predominaba más el rock ¿Qué ofreceis en Origen, vuestro nuevo disco?

Ningún disco es igual que el anterior y nos gusta tocar diferentes universos. En este nuevo disco hemos seguido manteniendo la estela del último, ‘Aurora’, y hemos querido mezclar el flamenco, con la electrónica y con música africana, afrocubana y muchos sonidos latinos. Hemos viajado mucho y precisamente la última gira la cerramos en Mali, en un encuentro con artistas africanos que realmente nos ayudaron a ahondar en su cultura para poder traerla a nuestro terreno. Es un disco muy espiritual que habla sobre el ser humano, hemos intentado que la gente despierte y valore lo que somos. VIivmos en una etapa en la que la sociedad camina demasiado deprisa y estamos muy desconectados de la naturaleza.

Ale y tú alquilais una casa en la naturaleza para componer. ¿La calma es necesaria para crear?

Tenemos un ritual cuando vamos a sacar un disco: alquilamos una casa en la naturaleza para componer porque nos inspira mucho.

¿Cuál es tu origen en lo que al terreno de la música se refiere?

Vengo de una familia muy musical, mi abuelo y mi padre fueron músicos, mis hermanas estudiaron danza española y me he criado en un entorno muy musical. Empecé con la copla y el flamenco pero enseguida me puse a investigar en otros estilos. Di conciertos desde muy pequeñita, hasta que me animé a formar un grupo.

Han ofrecido conciertos en lugares como Suazilandia, uno de los países más pequeños del mundo. El dinero no es la motivación en estos casos...

(Se ríe). Pues ya ves que no. No somos una banda que nos movamos por el dinero, nuestra motivación siempre ha sido llegar al público de una manera emocional y transmitir mensajes de alegría y aliento. Hemos hecho muchos conciertos por el simple hecho de expandir nuestra música y crecer como seres humanos.

Las entradas en Santiago ya están agotadas. ¿Os esperabais tanto cariño del público gallego?

En Galicia siempre nos hemos sentido muy arropados porque es un lugar en el que hemos tocado desde el principio en salas y festivales y siempre hemos sentido muy buena acogida. Me da mucha alegría ver tanto cariño en el norte, donde la gente es bastante cálida a pesar de lo que suele decirse (risas). Galicia es un lugar muy hospitalario, nos tratan muy bien, comemos genial y disfrutamos de vuestra naturaleza maravillosa.

Fuel Fandango cumple un once años sobre los escenarios. ¿Qué balance hace?

Muy positivo, somos una banda que hace música fuera de las tendencias y no es fácil estar en lo alto. Llegar hasta donde hemos llegado es todo un orgullo y todo se lo debemos a la gente.

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