"Seguirei coa miña vida tal e como é, non quero cambiar"

Fidel tardó horas en darse cuenta de que tenía premio, y con esa calma lo asumió
Fidel Álvarez. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera Fidel Álvarez. VICTORIA RODRÍGUEZ

Fidel, a secas. Así lo conoce todo el mundo en A Fonsagrada. También saben de su generosidad, y de ese poso de calma que le caracteriza. Tanto es así, que ayer no se enteró de que había ganado el Gordo hasta bien pasada la hora de comer. No estaba atento a la televisión, ni a la radio, ni a las redes, porque, aunque se necesite, hay cosas que son más importantes

Fidel Álvarez fue camionero durante muchos años, y entiende a la perfección esa tentación que supone una administración de lotería en un lugar por el que se pasa de viaje, estas invitaciones del azar. Sin embargo, nunca le había tocado. Los vecinos que le rodean, allí, en la administración de Otilia Díaz, se alegran por él, por ver recompensados tantos décimos comprados aquí y allá.

"Seguirei coa miña vida, igual. Non me moverei do sitio, nin farei nada fóra do común. Só mellorar algunha cousa na casa", comentaba este viernes, antes de irse a tomar un vino con los amigos más próximos. Quien valora lo que tiene, la forma de vida que lleva, el lugar en el que vive, ya era, en parte, rico, antes incluso de que le tocase la lotería, y así es el rostro de Fidel.

A una de sus vecinas, Cristina, le había regalado un décimo, pero no resultó ganador. "Él siempre reparte lotería entre los amigos, a mi hija siempre le regala algo. Así que tuvimos la suerte muy cerca, aunque me alegro mucho de que a él le haya tocado, lo merece mucho", comenta ella.

"Eu o que quero é que a xente faga coma min, que quede por aquí, que invirta aquí", indica, mientras otros vecinos celebran con él la buena nueva, las pequeñas cosas que harán, las obras que llevarán a cabo, pero nada demasiado grande, que la felicidad parece llevarse mejor a cuentagotas, constante pero calma.

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