Un retroceso de dos décadas con doce kilómetros por un carril

Al desvío por la N-6 se une un tramo de circulación restringida por la autovía
Así será la salida de Galicia por carretera tras el derrumbe en el viaducto de O Castro. EP
photo_camera Así será la salida de Galicia por carretera tras el derrumbe en el viaducto de O Castro. EP

Las comunicaciones con la Meseta retroceden dos décadas. El viaducto de O Castro, uno de los últimos trayectos construidos de la autovía del Noroeste, se vino abajo y obligó a los conductores (10.000 cada hora) a regresar a la N-6, por la que se circula desde el kilómetro 432 de la A-6, donde se encuentra el enlace de entrada a Pedrafita desde Lugo, hasta pasado el 428, a la altura de la localidad leonesa de Laballos, donde se regresa a la autovía para conducir por un solo carril hasta el punto 422. Son casi una docena de kilómetros, al ser un trayecto más largo el tramo por la nacional que por la autopista. En el trayecto se emplean más de quince minutos, con zonas limitadas a 50 y 80 kilómetros por hora.

El recorrido por la N-6, una vez pasada la travesía de Pedrafita y la rotonda de salida, sigue por los límites de Lugo y León, donde se inician las curvas de bajada a Vega de Valcarce. Este tramo se asfaltó tras el cierre de a A-6 en dirección hacia A Coruña el año pasado y cuenta con dos carriles de adelantamiento, de menos de un kilómetro, en la ascensión desde León a Galicia, aunque la tónica general era observar los camiones seguidos de turismos.

"É como volver a pasar o telón de grelos", recordaba un veterano camionero, en recuerdo de aquellos años que se aplicaba a la zona este calificativo para compararlo con el entonces impenetrable Telón de Acero. Otros conductores expresaban el temor de repetir los grandes atascos del verano, "que agora serán en ambas direccións". Hay que armarse de paciencia al volante, incluso en un día lluvioso de invierno.

La habilitación de los desvíos 6 se organizaron en doce horas y se trabaja para ampliar el paso en la confluencia de ambas vías en Laballos. El delegado del Gobierno, José Miñones, destacó que el Mitma "busca las alternativas que afecten lo menos posible a los usuarios", por lo que pidió "prudencia y paciencia".

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