El PP pone en jaque en A Fonsagrada el elevado feudo del PSOE

Regueiro supero en su debut a los socialistas, que tras dos mayorías absolutas necesitarán pactar

José Luis Regueiro, candidato del PP en A Fonsagrada. J. VÁZQUEZ
photo_camera José Luis Regueiro, candidato del PP en A Fonsagrada. J. VÁZQUEZ

El candidato del PP a la alcaldía de A Fonsagrada, José Luis Regueiro, no podía esconder ayer su ilusión tras unos resultados electorales en los que su lista superó, con once votos, a la del PSOE, después de las mayorías absolutas que los socialistas obtuvieron en los dos comicios anteriores.

Las votaciones pusieron en jaque el bastión socialista en la comarca de A Montaña, gobernado desde el año 2003 por Argelio Fernández Queipo, y también amenazaron el gobierno de la Diputación, a 194 votos de cambiar de color.

Todo se quedó a las puertas para los populares y para José Luis Regueiro, que al tiempo que manifestaba su satisfacción por unos resultados que "evidencian que a xente pide un cambio", asumía la alta probabilidad de un pacto entre el PSOE y el BNG, que con una concejal, María Xosefa Ortiz, guarda la llave del gobierno socialista que los populares dan por hecho.

Aún así, Regueiro se mostró contento por un ascenso que confiesa inesperado -"viamos que había un grande apoio, pero non podiamos prever isto"-, por un debut que lo refrenda con el 44,5 por ciento de los votos del electorado y por una operación de renovación del partido en el municipo aprobada por los votantes.

El joven empresario explicó los resultados como consecuencia "de que o goberno non o está facendo ben, e da situación de ausencia do alcalde con respecto ao municipio", indicó. También consideró "a importancia da renovación", que él mismo representa, "non só por ser unha cara nova, senón por propoñer un programa diferente e axustado aos tempos, pois o do PSOE é igual ao do 2003", indicó.

Tampoco excluyó de los motivos de este auge el empujón recibido por el Gobierno autonómico, que le apoyó de forma intensa. Tanto es así que Feijóo acudió en dos ocasiones al municipio para arropar sus mítines, en lo que, más allá del apoyo municipal, constituyó un claro intento por recuperar la Diputación.

DERROTA ASUMIDA. Por su parte, el alcalde socialista Argelio Fernández Queipo tampoco escondió el duro palo recibido en las urnas, que dejaron como resultado tres escaños menos y la obligatoriedad de gobernar en minoría, como ya sucedió tiempos atrás, a raíz de los resultados de las municipales del 2003 y del 2007.

"Espero que sexa posible chegar a un acordo", manifestaba Queipo en referencia al pacto con el BNG que le daría el gobierno, confirmando que todavía no se habían entablado conversaciones al respecto.

"As eleccións son así. A Fonsagrada falou e non valorou o noso traballo nos últimos catro anos, unha valoración coa que eu non estou de acordo", indicó. Queipo defendió su gestión al frente del municipo, y el desencanto fue mayor tras cuatro años de inversión lograda para el concello como vicepresidente de la Diputación. "Talvez confieime neste sentido", confesó.

En su lectura de los resultados también percibe "que se confabularon moitas cousas: un candidato novo, apoiado polo tecido empresarial e polo clero, e que tivo un apoio total do presidente da Xunta nunha campaña moi dura. Nós non estivemos tan arroupados", manifestó.

El miedo, a mayores, de perder la Diputación, fue algo que no se planteó durante la noche electoral, ante el varapalo sufrido. Sin embargo, para el "ese foi o obxectivo da tan dura campaña do PP, que non ten interese en gobernar A Fonsagrada, senón en entrar na Deputación, como pasou sempre. Pero se o PP fixo moitas promesas para entrar no goberno, terá que cumprilas, e oxalá as cumpra, polo ben de todos".

BNG. Por su parte, la alcadable nacionalista, María Xosefa Ortiz, no se pronunció durante la jornada de este lunes sobre los posibles pactos entre el BNG y el PSOE que darían continuidad a un gobierno socialista, esta vez en minoría.

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