El poderoso influjo del patrimonio

Estudiantes de un máster de Formación del Profesorado de la USC analizan en A Fonsagrada el valor educativo de los yacimientos arqueológicos y su aportación a la identidad colectiva
Estudiantes del máster de Actividades Educativas en la Naturaleza, en O Castelón. EP
photo_camera Estudiantes del máster de Actividades Educativas en la Naturaleza, en O Castelón. EP

Los estudiantes del máster en Dirección de Actividades Educativas en la Naturaleza (Daen) del Campus Terra de Lugo, que se desarrolla en la facultad de Formación del Profesorado, reinició sus actividades en el entorno de A Fonsagrada, tras dos años de ausencia a causa de la pandemia. El objetivo de los alumnos es estudiar el valor educativo de las ruinas industriales de la mano del catedrático de la USC Eugenio Otero Urtaza. Esta actividad se incluye dentro de un proyecto de investigación sobre el efecto de estos restos arqueológicos y del entorno en los valores y la identidad de las personas.

Aunque es una investigación muy novedosa, "no es una idea especialmente extraña", dice Otero. "Goethe cambió todos sus valores intelectuales y artísticos, después de su viaje a Italia entre 1786 y 1788. Su pasión por las ruinas romanas hizo que se modificase sus valores regresando desde el romanticismo a una estética clásica. Es un ejemplo paradigmático que nos dice que la percepción del valor de las ruinas influye en cómo somos, nos explica cómo un elemento físico nos construye intelectual y anímicamente", indica el coordinador de estas visitas.

Junto al análisis del valor educativo de yacimientos arqueológicos no musealizados, de las ruinas mineras e industriales en contextos rurales y de la ingeniería abandonada, los participantes en esta experiencia evalúan las posibilidades de desarrollo de los recursos disponibles en un municipio rural para optimizarlos e idean estrategias contra la despoblación desde la perspectiva de educadores que trabajan en el medio natural.

Entre los enclaves visitados por los alumnos figuran la ruta de O Castañoso, donde está el castro de O Castelón con su sauna prerromana, una de las pocas muestras de este tipo de edificaciones en Galicia y el noroeste peninsular.

Los estudiantes recorrieron la ruta de Liñares de Bidual, en su curso por los ríos Navia y el Suarna, así como la Estrada da República, cuya construcción se inició en la Segunda República y se abandono en la guerra civil. Esta ruta los llevó a la singular aldea de A Fornaza y sus yacimientos de polimetal, los hornos conocidos como A Fábrica, así como la Ferrería da Coiña, que les sirvieron para estudiar los fenómenos de la ingeniería abandonada y las ruinas industriales en áreas naturales bien conservadas.

La herrería que abastecía de clavos a la Armada
A Fonsagrada permite encontrar ruinas relacionadas de los primeros momentos de la revolución industrial muy peculiares porque se encuentran en plena naturaleza. "No se han desarrollado en ciudades, sino en pequeños núcleos rurales que luego han sido abandonados. Viendo la Ferrería de Coiña, admira saber que desde allí se surtía de su clavazón a toda la Armada española", tal como apuntó Otero Urtaza. Esta ferrería fue construida por la Compañía de la Vega de Ribadeo, en los años 1793-94, y se configuró como una de las más grandes del norte peninsular. Tenía un horno para la reducción del mineral, varios mazos y se abastecía de las minas de la zona. Se trata de uno de los proyectos más importantes de la cultura del hierro del área Burón- Oscos-Eo, que fue la génesis del proyecto industrial de Antonio Reimunde Ibáñez, natural de la zona, en Sargadelos. 

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