El fallecimiento de Amadeo Queizán Varela causó un gran pesar en A Fonsagrada, donde era muy conocido por su trato cercano y su espíritu trabajador y familiar. Amador regentó Casa Víctor, junto con su esposa, Angelines. Este histórico negocio, fundado en 1918, fue ultramarinos, casa de comidas y pensión. Amadeo Queizán y su esposa estuvieron al frente del establecimiento desde 1972 hasta 2008, año en el que les sucedió su hija Belén Queizán, que cerró el ultramarinos para dedicarse a la venta de productos al por mayor.
Amadeo Queizán, de 79 años de edad, era una persona muy conocida en el municipio y también en Lugo, ya que se crio en el barrio de Recatelo y estudió en esta ciudad.
