La mayor compradora de A Fonsagrada se lleva 11 décimos a Vitoria y A Coruña

Una oriunda de A Fonsagrada y su marido, que residen en Euskadi y veranean en A Montaña, adquirieron hace meses los boletos del 05.490
Brindis en A Fonsagrada. SEBAS SENANDE
photo_camera Brindis en A Fonsagrada. SEBAS SENANDE

"Es un colchón, lo que hay que tener es la cabeza fría y ser conscientes de que esto no te resuelve la vida", decía al otro lado del teléfono, desde Vitoria y con mucha calma, una de las agraciadas con el Gordo que regó A Fonsagrada de millones. En su caso el premio fue mucho más que el económico, ya que a ella y a su marido se les debe el haber repartido cuatro millones de euros entre los familiares, además de sus 400.000 euros.

De los once décimos del 05.490 que adquirieron en la administración que regenta Otilia Díaz, "uno fue para nosotros, otro para mi madre, otro para mi suegra y otros para mis cuñados y mis hermanos", explica sobre cómo diez décimos acabaron en Vitoria y uno en A Coruña.

Y cuando se le pregunta por la elección de esa combinación, es tajante: "Le dijimos danos el número que quieras". Por eso, el agradecimiento a Otilia es mayúsculo, el mismo que ya le hizo llegar en nombre de toda la familia uno de los primos de esta oriunda de A Fonsagrada que prefiere mantener el anonimato. "Solo se lo dije a mis compañeras y a mi mejor amiga", cuenta, aunque ya hubo una pequeña celebración. "Aún estábamos un poco incrédulos", por eso no descarta festejarlo de nuevo en su regreso a la tierra de sus padres: "A ver si en Semana Santa, sino en agosto vamos siempre".

Esta repartidora de fortuna cuenta que "caerá algún viajecito y amortizaremos el piso" porque la vida "seguirá igual". Al menos la semana que viene "tocará volver a trabajar", confiesa.

MILLONES EN NEGUEIRA. Si a esta afortunada el azar la pilló trabajando, a José Manuel, de Negueira de Muñiz, no fue menos. Estaba con varios compañeron cuando el 05.490 sonó en la radio: "Sabía que tiña un cinco mil que acaba en oitenta ou noventa; cando dixeron que tocara na Fonsagrada xa era moita coincidencia, así que busqueino no móbil e aí estaba", explica un hombre que repartió la fortuna entre sus allegados a través de nueve décimos.

Uno fue para él, que este viernes confesaba no haber dormido mucho, y los demás para su familia y familia política. Todos cayeron en la zona, a excepción de uno que voló hasta Ribadesella.

Los planes de José Manuel, que rozó el Gordo cuando aún se cantaba en pesetas -repartió 30 décimos que quedaron a un número-, están claros. "O meu soño é ter unha bodega; xa o ía levar a cabo, pero con isto é máis fácil", reconoce pensando ya en ampliar "algo" los viñedos de sus abuelos. Ahora todo es continuar.

Comentarios