El delegado del Gobierno, José Miñones, ha asegurado este jueves que se trabaja en dos frentes para la apertura del viaducto de la A-6 que se desplomó la semana pasada y ha deseado que se recupere la circulación "cuanto antes", priorizando la seguridad, aunque ha avanzado que el proceso "no se acelerará por motivos políticos" porque "es un tema de rigor e importante".
"Estamos actuando en varios frentes", ha dicho Miñones a preguntas de la prensa en un acto en Ourense, para desglosar que, por una parte, están los estudios de análisis de lo sucedido y además la extensión de esos estudios a otro viaducto que se cerró el tráfico para conocer si también se encuentra afectado. Paralelamente, trabajan con el Ayuntamiento de Pedrafita en las medidas de seguridad del desvío a través de la Nacional 6.
Miñones ha recordado que este miércoles se encontraron en el consistorio el alcalde y la subdelegada del Gobierno en Lugo para "conocer cuáles son las demandas en las que se puede actuar". Entre las peticiones ha citado el control de tráfico, la reducción de la velocidad y meter separadores para los viandantes, "sobre todo en el acceso a la piscina". "Estamos metiendo de forma extraordinaria todas las medidas", ha asegurado.
Asimismo, ha relatado que trabajan en el asfaltado de la Nacional haciendo adecuaciones. Con todo, ha dicho que en el momento en que los técnicos del ministerio, así como aquellos informes externos que se han pedido y la planificación en la que se está trabajando "tengan una fecha" de reapertura, "será pública". "El objetivo es la prudencia, hacer el trabajo bien, priorizar la seguridad", ha asegurado Miñones, quien espera que "en los próximos días" se disponga de "la planificación sobre las medidas a llevar a cabo".
Rueda, "cada día más preocupado", pide al Gobierno un grupo de trabajo
El presidente de la Xunta, por su parte, ha afirmado este jueves que "cada día" están "más preocupados" por la situación derivada del derrumbamiento del viaducto en la A-6, del que todavía no conocen las causas. A partir de ahí, Alfonso Rueda ha pedido al Gobierno central que "recapacite" y convoque un grupo de trabajo para compartir información.
"No conocemos todavía, y ya pasaron unos días, cuáles pudieron ser las causas del derrumbamiento", ha apuntado, para reclamar "información" sobre "posibles alternativas" por parte del Gobierno, porque no son "suficientes" las que se dieron para determinados tipos de transporte.
En la rueda de prensa posterior al Consello da Xunta, el mandatario autonómico ha lamentado también las "incertidumbres" derivadas de la falta de plazos. "No todo se arregla con una llamada telefónica", ha reprochado, para advertir de que se trata de "un problema que están sufriendo muchísimos profesionales y personas que quieren entrar y salir de Galicia todos los días y a todas horas".
Así, ha reclamado la creación de un grupo de trabajo para "tener información" y "escuchar las aportaciones y sugerencias de todo el mundo", incluida la de la Xunta, que tiene "sus técnicos". "Pero por ahora, nada de eso está sucediendo y apelo al Gobierno central a que recapacite", ha manifestado Rueda, quien ha señalado que "los días pasan" y se precisa "información".
"Cuando sacaron la nacional y se pasó a la autovía no había ni la cuarta parte de la circulación, sobre todo tráfico pesado", dice el regidor. A raíz de este aumento en la circulación, el Ayuntamiento instaló paneles informativos y señalización luminosa para advertir a los conductores del límite de velocidad a 40 kilómetros en el núcleo de Pedrafita.
Así, el alcalde se muestra satisfecho sobre todo porque "la velocidad bajó considerablemente". No obstante, avisa de que "ahora en los meses de vacaciones puede haber momentos puntuales y muy delicados". "Se ha hablado de esto, que lo tendrán en cuenta en la Dirección General de Tráfico y en el Ministerio de Transportes", saluda Raposo.
Un aspecto que no pasa por alto el alcalde es que "ahora se tienen que mirar los días de feria", ya que "los puestos no podrán ir en la travesía". "Va a ser así y no se van a poder poner. Hay que adaptarse y hay que dejar tiempo para que trabajen los técnicos con el puente", concluye Raposo.