La firma lucense Alalás gestionará la residencia de mayores de Baleira

Once empresas optaron a encargarse de este centro, construido en 2016

La empresa lucense Alalás se encargará de la gestión de la residencia de la tercera edad de Baleira, dependiente de la Xunta, a través del Consorcio Galego de Servizos de Igualdade e Benestar. Se da así un paso más para abrir las puertas de este centro, cuyas obras finalizaron en 2016.

En total once firmas optaron a la gestión del servicio asistencial, que finalmente se adjudicó a Alalás por importe de 928.159 euros. La concesión inicial será por dos años, prorrogables anualmente por un máximo de otros dos.

El proceso de recepción de ofertas se cerró a finales de enero de 2018, pero la elección de la mejor propuesta se dilató casi un año debido a la gran afluencia de proyectos recibidos.

El alcalde, el popular Ángel Martínez-Puga, se mostró optimista con los plazos y avanzó que una vez solventado este trámite espera que la residencia abra sus puertas antes de abril. "Agora estase procedendo a redactar a ordenanza correspondente, último paso para poder inaugurar as instalacións", dijo.

El centro contará con 20 plazas de centro de día y 24 para residentes a tiempo completo, y el horario de apertura será de 8.00 a 20.00 horas. En la oferta presentada por Alalás se propone mejorar el equipamiento, seguridad y nuevas tecnologías del edificio, así como renovar aparatos relacionados con la domótica e informática. Su propuesta contempla además una programación centrada en los usuarios, tanto a nivel grupal como individual, a través de una serie de actividades estimulativas y terapéuticas.

MUY ESPERADO. La apertura de la residencia es uno de los proyectos más esperados en Baleira en los últimos tiempos. El edificio terminó de construirse en 2016 y el equipamiento se completó a principios de 2018. Con la selección de la empresa gestora se culminan los trámites para poder abrir este centro, una apertura ansiada tanto por vecinos como por el gobierno local. El anterior regidor, Francisco Acal, ya fallecido, mantuvo un enfrentamiento con la Diputación sobre si el ente provincial era el responsable de impulsar este servicio. Finalmente, el Concello cedió los terrenos a la Xunta, que asumió la construcción y gestión.

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