José Quintela Arias, el fraile franciscano de O Cebreiro condenado por abuso sexual, falleció esta semana en el Hospital Lucus Augusti de Lugo. Quintela llevaba tres meses ingresado, ya que se encontraba muy débil por su deteriorado estado de salud.
El religioso fue trasladado al hospital desde el centro penitenciario de Bonxe, donde cumplió tanto la pena de prisión preventiva como la definitiva, después de que el Tribunal Supremo ratificase el pasado mes de noviembre la sentencia de la Audiencia Provincial de Lugo que le castigaba con doce años de cárcel por un delito de abuxo sexual cotinuado a una menor de edad de 16 años, con una discapacidad próxima al límite, y por tocamientos a un joven de 20 años, familiar de la anterior y con discapacidad intelectual leve.
El religioso, que en la actualidad tenía 64 años, cometió estos delitos entre finales de 2014 y principios de 2015.
Quintela, que atendió durante cuatro años el santuario de O Cebreiro, actuó con prevalimiento, al ser 40 años mayor que las víctimas y por la precaria situación familiar y personal de la menor.
DECLARACIONES DEL ALCALDE. El regidor de Pedrafita no ha dudado en lamentar su muerte: "De lo que le conocí, por la colaboración con los servicios públicos del Ayuntamiento, fue un ejemplo. Después, que tuviera otras cosas, no lo sé". "Aquí hizo un trabajo de divulgación importante, por lo menos al principio y al nivel de colaborar con el Ayuntamiento en todas las cosas que se hacían y veía que era útil. Tanto él como todos los franciscanos fueron un ejemplo", ha insistido José Luis Raposo.
De hecho, el alcalde ha confesado que sí le "sorprendió" el caso de los abusos e incluso ha deslizado que le "costaba creerlo". "Posiblemente tuvo un gran error. Hay cosas que hizo bien y lo que hizo bien hay que recordarlo", ha ponderado finalmente.
